Un baúl esconde una casa, y un balcón, lleno de recuerdos. Entre ellos un caballo, llamado Romero, que con su carro empieza a tirar de mí y de cuanto llevo encima. También de unos diarios, por las calles del pueblo. Todo hasta que caigo al suelo, y el caballo desaparece, los papeles se humedecen, y no hay calles que transitar.
Sueño de la Noche del 5 de Diciembre
Tu eres también el caballo, por eso al caerte desaparece (y viceversa), pero ya no cabes en el baul. No hay calles porque no son posibles dentro de unos recuerdos húmedos y frágiles, como los papeles mojados, ya no son posibles dentro del baúl.
ResponderEliminarEsto..., son cuarenta euros.
Y me los devolverías si interpretara tu interpretación. Abrazos
ResponderEliminarParece que el baúl guarda precariamente la memoria y que el caballo tira de las riendas de tu vida...Un yo que se desvanece.
ResponderEliminarOtros cuarenta, jajajaja!!
Así es!!
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