jueves, 26 de enero de 2012

Contra el santo

Así dice una de las pruebas de la existencia de Dios de santo Tomás:

"La tercera vía considera el ser posible o contingente y el necesario y puede formularse así. Hallamos en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se destruyen, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que los seres de tal condición hayan existido siempre, ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo en que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna existía. Pero, si esto es verdad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna, porque lo que no existe no empieza a existir más que en virtud de lo que ya existe, y, por tanto, si nada existía, fue imposible que empezase a existir cosa alguna, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por consiguiente, no todos los seres son posibles o contingentes, sino que entre ellos, forzosamente, ha de haber alguno que sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo no la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos visto al tratar de las causas eficientes, aceptar una serie indefinida de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios." (Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, 1q.2.a.3. Traducción de Raimundo Suárez, Editorial B. A. C., t. I, Madrid, 1957. )

Mientras esta mañana explicaba a mis alumnos esta prueba, una alumna (a la que por deferencia voy a llamar SP) ha reparado en el siguiente aspecto de la argumentación del santo, sobre el que enseguida ha manifestado su disconformidad:

Ahora bien, es imposible que los seres de tal condición hayan existido siempre, ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo en que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna existía.

La alumna SP, oponiéndose a estas palabras, ha puesto de manifiesto la posibilidad de admitir la coexistencia eterna de seres contingentes, teniendo en cuenta que, en este caso, lo eterno no sería cada ser contingente o cada grupo de ellos, sino la coexistencia misma de seres contingentes, cada vez distintos pero en relación perpetua con otros seres, como un ciclo indefinido de nacimientos y muertes. Por tanto, bajo este punto de vista, del hecho de que todos los seres sean contingentes (tengan la posibilidad de no ser) no se deriva con necesidad que hubo un tiempo en que ninguno existía.

¿Qué os parece?