sábado, 13 de marzo de 2010

Por una educación más libre y eficiente


Me parecen muy sensatas las propuestas que plantea un colectivo de maestros y profesores para afrontar algunos de los problemas más graves que afectan a la enseñanza en nuestro país. Os animo a leerlas aquí y a firmar en su favor si así lo consideráis.

Querría reparar en la propuesta que dice "Que el Pacto por la Educación no confunda, como se viene haciendo desde hace más de veinte años, la igualdad de oportunidades de una enseñanza obligatoria hasta los 16 años con la uniformidad de capacidades, y el derecho universal a una educación de calidad con la obligación de recibir unos mismos contenidos, exigencia que atenta contra los derechos individuales, niega que existan personas con distintas capacidades físicas o intelectuales o con perspectivas e intereses diversos, e impide que el Estado salvaguarde la legítima aspiración de los ciudadanos a promocionar socialmente.".

Me parece que esta propuesta acierta al reivindicar la necesidad de conciliar la igualdad de oportunidades de nuestros alumnos con su derecho a recibir una educación digna y acorde a sus preferencias y capacidades individuales. En un post anterior ya veíamos el dislate que supone plantear una educación común obligatoria que no tenga en cuenta la diversidad y la singularidad de disposiciones y capacidades en los alumnos antes de los 16 años. Una educación así equivale en el ámbito de la medicina a tratar de operar a una multitud de pacientes haciendo uso del mismo método quirúrgico, sin considerar previamente el tipo de tratamiento que demandan debido su particular enfermedad. Pensamos que la educación debe atenerse, en primer lugar y antes que nada, al sistema de preferencias de quien vaya a recibir dicha educación, y ello exige que a partir de cierta edad del alumno, en la que ya se dibuje el perfil de sus inclinaciones, el Estado abra diversas posibilidades que respondan efectivamente a sus necesidades reales educativas. Es un hecho, constatable incluso por los pedagogos y psicólogos de los centros, que los actuales programas de diversificación y de cualificación profesional resultan del todo insuficientes para responder a las demandas tan diferenciadas de los alumnos, las cuales se perfilan mucho antes de que dichos programas puedan atenderlas.