lunes, 11 de enero de 2010

Que no nos mientan

Que no nos mientan.
Nadie puede morirse del todo una vez que se ha vivido.
Si acaso, dormir con el recuerdo del sueño. Pero, siempre, sin soltar el proceloso timón de la deriva.
Ah, los mares. Los mares siempre serán nuestro destino.
Largo viaje. Las olas nunca se repiten.
Las olas mecerán la noche.

Miguel Porcel Berdala
9 de enero de 2010