jueves, 26 de marzo de 2009

Recibimos el Meme-Premio Limonada


Hace unos días el blog Antes de las cenizas (http://antesdelascenizas.blogspot.com/), que tanto interés y expectación despierta en sus lectores asiduos y ocasionales, nos agració con la entrega del Meme-Premio Limonada, gesto que nos satisface y le agradecemos profundamente.
Las normas del Meme-Premio son:
1. Poner el logo en el post o en el blog.
2. Nominar al menos a otros 5 blogs que muestren gran Actitud y/o Gratitud
3. Asegurarse de enlazar bien a los nominados en el post.
4. Hacerles saber que han recibido este premio mediante un comentario en su blog.
5. Esparcir el amor y no olvidarse de enlazar a quien te premió
Llega el momento de premiar a esos blogs tan leídos:
Filosofía comentada en http://filosofiacomentada.blogspot.com/, por su incansable labor de investigación histórico- filosófica
Educación y filosofía en http://educayfilosofa.blogspot.com/, que tantos temas de interés aborda relacionados con la enseñanza de la filosofía
Pensamiento en imágenes en http://joseluismolinuevo.blogspot.com/, verdadero referente para la comprensión de la estética contemporánea
Phiblógsopho en http://phiblogsopho.blogspot.com/, un descubrimiento reciente que tantos debates suscita
Añalejo de indolencias en http://indolenciasdejavier.blogspot.com/, por su buen hacer literario y profundización filológica
Un saludo agradecido a todos aquellos lectores que han recibido su soplo de conocimiento, y mi más sincero agradecimiento a todos aquellos blogs de los que tanto he aprendido y sigo aprendiendo, que no puedo aquí enumerar por ser la lista incalculable.

jueves, 19 de marzo de 2009

Vuela, vuela, paloma de las lenguas

Memoria de Miguel de Molinos, místico aragonés condenado en Roma en 1693

Vuela, vuela, paloma de las lenguas.
Ni la luz ni el aire podrá librarte
del encuentro con el trueno y con la arena
de la lengua cortada:
sabrás, así,
del silencio, de la noche y la ceniza,
pues carne serás del mismo fuego
donde arden los santos y las brujas
y las letras y sus dedos amados que las arman sin cese.

(Pascua de Pentecostés, 2004)

lunes, 16 de marzo de 2009

Poema de una alumna

La vida

La vida es preciosa
perfecta y bonita
como una rosa

Su pétalo, un beso
una mirada, un recuerdo
que desaparece como una lágrima al viento

Todo ha acabado
Un pétalo se desvanece
como si nada hubiera pasado

El aire se lo lleva
lo eleva
y desaparece

V.V.R. (Alumna de 2º E.S.O.)

martes, 10 de marzo de 2009

Palabras de un físico sobre la metafísica

¿No es toda ciencia, al menos, una ontología?, ¿dónde comienza la física y acaba la metafísica?, ¿es posible una física sin metafísica?; ¿no necesita la razón de la fe, de una convicción fundamental sobre lo que el mundo es?, ¿cuál es la función de la fe en la construcción científica del mundo?, ¿qué supone el cambio de creencias fundamentales para la ciencia?
Una respuesta:
La metafísica constituye la punta del estandarte del ejército del conocimiento, los puestos más avanzados durante la penetración en un país enemigo desconocido; son imprescindibles aunque, como todo el mundo sabe, se encuentran expuestos a un grave peligro. O bien: la metafísica no pertenece al edificio del conocimiento pero, sin embargo, es el andamio de madera al que no se puede renunciar para continuar edificando. A lo mejor está permitido afirmar que: la metafísica se transforma con el correr del tiempo en física -por supuesto, no en el sentido en el que podía aparecer antes de Kant-; o sea, nunca asegurando poco a poco la opinión insegura, sino aclarando y modificando el punto de vista filosófico.
Erwin Schrödinger, Mi concepción del mundo

miércoles, 4 de marzo de 2009

Más sobre el plan Bolonia

Hace unos días el blog Antes de las cenizas, firme en su propósito de criticar y oponerse argumentativamente a la tendencia educativa vigente en nuestro país, nos invitó a reflexionar sobre el proceso de Bolonia y su implicación para la filosofía y su lugar en la educación. En lo fundamental no puedo estar más de acuerdo con lo expuesto en el post que publica dicho blog, y que titula La basura que viene de Bolonia. Su tesis principal, que compartimos en su totalidad, viene a afirmar que el problema fundamental de la educación actual, al menos la de nuestro país, consiste en un sistema determinado a frenar y dificultar el desarrollo natural de la razón y la búsqueda natural del conocimiento por el conocimiento. El funcionamiento del sistema educativo, tal como actualmente está concebido, lejos de favorecer la investigación científica y la discusión crítica y abierta sobre propuestas pedagógicas, se basa en la imposición de programas, proyectos y recursos cuyo fin último consiste en que el estudiante y el educador adquieran una serie de habilidades y estrategias ‘supuestamente’ necesarias para la buena investigación y docencia. Desde esta perspectiva, el buen hacer en el aula no pasa por la profundización y la adquisición de nuevos conocimientos de la materia que se imparta, sino por la adquisición de habilidades pedagógicas aplicables a toda situación. De lo que se trata es de construir ‘hombres hábiles’, sagaces, competitivos, y cuanto menos se cuestionen su circunstancia mejor.

Al hilo de estas ideas, me viene a la mente una idea del ensayo recientemente publicado de José Antonio Marina La pasión del poder, muy recomendable para todo lector interesado en profundizar en la naturaleza del poder (lo tenéis en Anagrama), que hace referencia a la necesidad de pensar en una educación que prevenga al ciudadano de las estrategias de dominación del poder y le predisponga a ejercer plenamente su libertad:

Maquiavelo escribió: "Yo he enseñado a los príncipes a ser tiranos, pero también he enseñado al pueblo a destronar a los tiranos." Al estudiar cómo se configura el sujeto de poder, cuáles son sus mecanismos, recursos y estrategias, me interesa averiguar también cómo se pueden desactivar las estrategias de la dominación injusta. De la misma manera que hubo una copiosa literatura de manuales de educación del príncipe para ejercer el poder, necesitamos manuales de educación del ciudadano para ejercer la libertad. Y en uno de sus primeros capítulos habría que enseñarse a desenmascarar al poder, a deconstruir sus mitologías.


Volviendo al tema Bolonia, pienso que la implantación de dicho plan, si bien puede llegar a entorpecer la libre investigación, no podrá acabar con el ímpetu filosófico, de búsqueda de la verdad, consustancial al ser humano. Mientras sigamos siendo conscientes de nuestra ignorancia, de todo lo que nos falta por saber, seguiremos empeñados en buscar la verdad en las diferentes disciplinas del conocimiento. Me remito a mi experiencia como docente, que me confirma la existencia de alumnos más empeñados en comprender la teoría de la relatividad de Einstein o el método dialéctico de Platón que en pasar el tiempo ante el televisor, Internet o el Power-Point. Pero lo que no hay que olvidar es que la filosofía, diversificada también en las ciencias, debe ejercerse como una actividad libre y crítica, de forma creativa y creadora, alejada de imposiciones y determinaciones externas. No se aprende a filosofar, sino que se filosofa aprendiendo, aproximándonos a la verdad; y la educación, como también nos recordaba Ricardo Moreno en su ya célebre Planfleto antipedagógico, en primer lugar debe de potenciar nuestras capacidades y hacer incrementar nuestros conocimientos, porque sólo así, con los conocimientos previos adecuados y habiendo ejercitado nuestras facultades, podremos dedicarnos cuando sea menester a esa encomiable tarea que es la búsqueda de la verdad.

domingo, 1 de marzo de 2009

Cuando te vayas, recoge mi silencio

Cuando te vayas, recoge mi silencio.

Cuídalo, y cuídate de él, pues ahí sigue al acecho mi dolor.

Acarícialo como se acaricia a un pájaro,

Y déjalo volar hasta que el aire sea sólo la luz que preña la montaña de hielo.

Allí tililará el silencio, liberado

En una soledad que nunca podrá ni ser soñada,

Y, ya en el centro, quieto, donde gravita la noche,

Irá dejando su aliento en el destino de las cosas leves

Que tus pies pisarán donde el destierro te lleve



Miguel Porcel Berdala,
Larués, 6 de diciembre de 2004