lunes, 25 de mayo de 2009

Cuanto más filosofamos, menos sabemos

La filosofía, ¿progresa hacia adelante?, ¿o avanza hacia atrás?, porque ¿se puede progresar, si no es hacia adelante? Parece que la Naturaleza admite esta posibilidad, y si no fíjense en los cangrejos, de los que se dice que que avanzan hacia atrás, de espaldas al punto de partida, aunque yo creo que lo hacen de lado.
La filosofía es, como los cangrejos en el conjunto de los crustáceos, un espécimen extravagante en el conocimiento humano, y es que la filosofía, a diferencia de todas las ciencias, no se ocupa de resolver problemas, sino de problematizar lo ya (supuestamente) resuelto. Se entiende que ese afán de problematizar presupone un progreso, pero regresivo, porque cuanto más avanza la filosofía, de menos conocimientos podemos estar seguros.
La filosofía no progresa como las ciencias en la dimensión horizontal mediante ensanches sucesivos, progresa hacia abajo, en la dimensión de profundidad y su avance consiste en hacerse cuestión de lo que hasta la fecha no había sido cuestionable
Ortega y Gasset, Principios de Metafísica según la razón vital