sábado, 21 de octubre de 2017

Sueño filosófico

Había rasgado las nubes y de ellas liberado fuerzas que debían permanecer contenidas. Un despliegue de coches y helicópteros policiales se lanza a mi captura por las calles de la ciudad.

Mi madre, sentada sobre la cama que me soporta, allí donde las sirenas y las hélices no pueden llegar, me pregunta: Hijo, ¿por qué lo has hecho? Con lágrimas en los ojos le confieso que no lo sé. Entonces, como habiendo escuchado mi confesión, los coches y helicópteros se disipan y desaparecen de la ciudad. Apesadumbrado, comprendo que ya jamás podré saber por qué lo hice.


Sueño de la pasada noche de Octubre