domingo, 28 de marzo de 2010

Ni dentro ni fuera

He elegido este fragmento del filósofo Ortega y Gasset no tanto por lo que dice como por lo que en él se presupone. Lo que afirma Ortega responde al propósito del filósofo de superar la tradición filosófica que había entendido el ser como algo ya está ahí, dejando abierta la posibilidad para una nueva concepción del ser que lo entienda como una falta, como algo que, en principio, está ausente y que por eso hay que inventar.
Uno y otro, en efecto, suponen que hay un ser que 'está ahí'. El realismo cree que ese 'ahí' equivale a 'fuera del pensamiento', que el ser es el ser cósmico. El idealismo cree haber caído agudamente en la cuenta de que 'ahí' significa 'dentro del pensamiento', que todo ser es ser pensado por un sujeto y, consecuentemente, que el ser de que se trata es el ser del pensamiento.
¿Qué tal si resultase que lo característico del ser es precisamente 'no estar ahí' -en ningún ahí, ni fuera del sujeto ni dentro de él-, que el ser es lo que no está, lo que por esencia falta y hay que buscar?
Pero lo que dicha tesis presupone, y aquí nos interesa destacar, consiste en la idea de que el problema del conocimiento depende de cuál sea la naturaleza del ser y que, consecuentemente, contra aquéllos que continúan la tradición epistemológica kantiana, no tiene sentido alguno tratar de plantear una teoría del conocimiento que, desligada de toda concepción del ser, ponga límites a la metafísica como forma de conocimiento.
(...) Si el ser es lo que no está, lo que no hay, no puede consistir el conocer en que el ser entre en el pensamiento ni en que éste salga al ser. El problema es muy distinto de todo esto: no se tratará de capturar, por uno u otro procedimiento, el ser que está ya ahí, sino que, puesto que no está y no lo hay, consistirá el problema en 'que hay que hacer el ser'. ¡Insospechada paradoja¡ El ser, la realidad como algo que hay que hacer. ¿El ser sería entonces...un quehacer? Esto es lo que pasa a todo lo que no 'está ahí', a todo lo que no hay, que habrá que intentar hacerlo.
(Ortega y Gasset, Sobre ensimismarse y alterarse)