jueves, 8 de noviembre de 2012

Eros pedagógico (aforismos XII)

Se lee para enseñar; se enseña para olvidar.

Solo quien está dispuesto a vaciarse puede enseñar algo.

Quien rebosa de conocimientos no necesita de la pedagogía.

El mejor maestro no es el que sabe enseñar, sino el que enseña sabiendo y se entusiasma por ello.

4 comentarios:

M. A. Velasco León dijo...

Como dices en el último aforismo, el entusiasmo es lo más necesario para despertar el interés en quien aprende.
Sin embargo, creo que pedagogía necesitamos todos, de hecho hemos ido generando la nuestra a base de experiencia. Otro asunto es sobrestimar las teorías pedagógicas y confiar que sean la panacea, olvidando que tener conocimientos y ganas de mostrarlos es el asunto básico.
Salud, David.

David Porcel Dieste dijo...

Yo distinguiría entre el eros pedagógico y la pedagogías como ciencia: el primero mueve a enseñar, lo cual, hace que muchas veces tengamos que explicar lo mismo por diferentes caminos; la segunda es un intento de suplantar esos caminos siempre personales y singulares. Como bien dices, el conocimiento y el deseo de enseñarlo es lo básico, lo fundamental, pero además creo que si se dan ambas condiciones no necesitamos del estudio de técnicas y estrategias pedagógicas, porque, como digo, este profesor siempre encontrará maneras de hacer comprensible las ideas. ¿Realmente existen métodos universales para enseñar?, ¿no requiere cada pregunta o inquietud del alumno un nuevo camino? Un abrazo

Manuel Marcos dijo...

Me gusta especialmente el segundo. Son de estimable valor todos, ponen el centro de atención en la labor pedagógica, creo que un exceso de estrategias es perjudicial, sin duda, como dice Miguel Ángel, las ganas de mostrar conocimientos del profesor junto con la capacidad de atención del alumno, tan denostada en favor de una mal entendida motivación exterior, hacen el resto.
Te felicito David, son valiosos.
Salud

David Porcel Dieste dijo...

En efecto, Manuel, de eso se trata, y gracias.