La ciencia está tan imbricada con la metafísica que no es infrecuente el hecho de que un hallazgo científico eche por tierra toda una concepción metafísica, y al revés, que un nuevo descubrimiento metafísico determine las posibilidades de la ciencia venidera. Un ejemplo de lo primero es el caso del descubrimiento de la naturaleza dual de la luz. En un comienzo se pensaba que la luz estaba formada únicamente por corpúsculos, hasta que, a la vista de nuevos experimentos, se determinó, contradiciendo las leyes más fundamentales de la razón, que la luz consiste en onda y corpúsculo a la vez. Imagino la reacción de sorpresa e incredulidad de los científicos al comprobar que una cosa pueda consistir en una propiedad y su contraria, como si alguien demuestra que la figura de un objeto consiste en ser redondo y a la vez en ser cuadrado.
La admisión de este pensamiento, del descubrimiento de la naturaleza contraria de la luz, supuso el derrumbamiento de toda una concepción metafísica que animó el positivismo de los siglos pasados. En efecto, si, como las evidencias científicas demuestran, la realidad contradice los principios de la razón, no se corresponde a ellos, es inadmisible el axioma metafísico según el cual el mundo se estructura conforme las leyes lógicas y las leyes de la realidad se identifican con los principios de la razón. No es casual, en este sentido, que, al tiempo que aparecieron dichos descubrimientos científicos, florecieran nuevas concepciones metafísicas con la pretensión de integrar dichos fenómenos. Es el caso del perspectivismo, que tan bien formula y sistematiza el filósofo Ortega y Gasset en sus Principios de Metafísica según la razón vital, y que desarrolla a la par de la nueva teoría de la relatividad de Albert Einstein. Según el principio del perspectivismo, la Realidad se organiza en perspectivas diversas, a veces casi idénticas, otras opuestas, pero nunca excluyentes: La realidad cósmica es tal, que sólo puede ser vista bajo una determinada perspectiva. La perspectiva es uno de los componentes de la realidad. Lejos de ser su deformación, es su organización. Una realidad que vista desde cualquier punto resultase siempre idéntica es un concepto absurdo. (J. Ortega y Gasser, El tema de nuestro tiempo)
Este principio, cuya formulación se la debemos a Protágoras, y quien sabe si a algún otro filósofo anterior, aplicado a la ciencia física, permite integrar fenómenos aparentemente incoherentes o insostenibles, como el caso de la luz. Una de las implicaciones de la nueva concepción metafísica consiste en sostener que la realidad puede organizarse en perspectivas opuestas, sin caer por ello en contradicción. Dicho en otros términos: el perspectivismo implica que puede darse el caso de que un fenómeno se presente de formas opuestas (luz como onda y como partícula), sin que ese hecho contrarie el principio de no contradicción; y, en este sentido, a la luz de la nueva concepción metafísica, cualquier fenómeno contrario a la razón natural constituye algo perfectamente admisible. En efecto, desde el punto de vista de una concepción perspectivista de lo real, que se opone a la posición realista, las propiedades de ser onda y partícula no se refieren al ser en sí de la luz, lo cual sí cabría tachar de contradictorio, sino que, en tanto que cada aspecto o faceta de la realidad debe su existencia al sujeto concreto percibiente (perspectiva), cada propiedad (ser onda o corpúsculo) existe, y existe tal como es, mientras y en cuanto que cada sujeto la conoce. Ello hace sostenible la coexistencia de aspectos o propiedades contradictorios de la realidad, que ya no van referidos a una misma realidad, sino a perspectivas distintas (lo contradictorio, desde el perspectivismo, sería que un mismo sujeto percibiera al mismo tiempo que la luz es onda y partícula, lo cual nada tiene que ver con afirmar, desde una postura realista, que la luz consiste en ser onda y partícula a la vez)
La admisión de este pensamiento, del descubrimiento de la naturaleza contraria de la luz, supuso el derrumbamiento de toda una concepción metafísica que animó el positivismo de los siglos pasados. En efecto, si, como las evidencias científicas demuestran, la realidad contradice los principios de la razón, no se corresponde a ellos, es inadmisible el axioma metafísico según el cual el mundo se estructura conforme las leyes lógicas y las leyes de la realidad se identifican con los principios de la razón. No es casual, en este sentido, que, al tiempo que aparecieron dichos descubrimientos científicos, florecieran nuevas concepciones metafísicas con la pretensión de integrar dichos fenómenos. Es el caso del perspectivismo, que tan bien formula y sistematiza el filósofo Ortega y Gasset en sus Principios de Metafísica según la razón vital, y que desarrolla a la par de la nueva teoría de la relatividad de Albert Einstein. Según el principio del perspectivismo, la Realidad se organiza en perspectivas diversas, a veces casi idénticas, otras opuestas, pero nunca excluyentes: La realidad cósmica es tal, que sólo puede ser vista bajo una determinada perspectiva. La perspectiva es uno de los componentes de la realidad. Lejos de ser su deformación, es su organización. Una realidad que vista desde cualquier punto resultase siempre idéntica es un concepto absurdo. (J. Ortega y Gasser, El tema de nuestro tiempo)
Este principio, cuya formulación se la debemos a Protágoras, y quien sabe si a algún otro filósofo anterior, aplicado a la ciencia física, permite integrar fenómenos aparentemente incoherentes o insostenibles, como el caso de la luz. Una de las implicaciones de la nueva concepción metafísica consiste en sostener que la realidad puede organizarse en perspectivas opuestas, sin caer por ello en contradicción. Dicho en otros términos: el perspectivismo implica que puede darse el caso de que un fenómeno se presente de formas opuestas (luz como onda y como partícula), sin que ese hecho contrarie el principio de no contradicción; y, en este sentido, a la luz de la nueva concepción metafísica, cualquier fenómeno contrario a la razón natural constituye algo perfectamente admisible. En efecto, desde el punto de vista de una concepción perspectivista de lo real, que se opone a la posición realista, las propiedades de ser onda y partícula no se refieren al ser en sí de la luz, lo cual sí cabría tachar de contradictorio, sino que, en tanto que cada aspecto o faceta de la realidad debe su existencia al sujeto concreto percibiente (perspectiva), cada propiedad (ser onda o corpúsculo) existe, y existe tal como es, mientras y en cuanto que cada sujeto la conoce. Ello hace sostenible la coexistencia de aspectos o propiedades contradictorios de la realidad, que ya no van referidos a una misma realidad, sino a perspectivas distintas (lo contradictorio, desde el perspectivismo, sería que un mismo sujeto percibiera al mismo tiempo que la luz es onda y partícula, lo cual nada tiene que ver con afirmar, desde una postura realista, que la luz consiste en ser onda y partícula a la vez)
7 comentarios:
Partícula y onda, onda de partículas, luz en relación, luz en desplazamiento. Relación formación y cambio.En física y en biología encontramos una realidad de la naturaleza fundamentalmente relacional. Tanto la biología como la teología sugieren una concepción de la realidad en la que las relaciones ocupan un lugar preferente. La teología trinitaria y la biología ecológica pueden converger, igualmente en la física, en un origen que concibe el ser de lo existente como ser-en-relación.
El Dios de la teología trinitaria es un Dios de relaciones mutuas y equitativas, conforme se va desplegando a través del proceso de la evolución, la vida aflora en modelos de interrelación e interdependencia que encajan con el modo de ser de Dios.
Muy buena explicación del perspectivismo, entendible incluso para los que somos legos en metafísica.
En efecto el perspectivismo parece una posibilidad cada vez más acertada, sin embargo hay que evitar confundirlo con el relativismo.
Gracias por vuestros comentarios, que siempre son bien recibidos y generalmente de interés. En efecto, creo que es importante saber distinguir entre el relativismo y el perspectivismo, dejar claras las diferencias y los matices.
Saludos
Son tantas pavadas que no sé por donde empezar.
Primero: la característica dual de la luz no va "contra la razón", el axioma básico de la ciencia "el universo es inteligible" es justamente lo que ha llevado a dar por sentado tal hecho conforme los experimentos.
Segundo: ¿"descubrimientos metafísicos"? ¿Qué es eso? Por favor no compares la ciencia con la filosofía, al menos no al hablar de "descubrimientos".
Tercero: A ver si filosofás vos y no Ortega y Gasset.
Cuarto: “A la par de la teoría de la relatividad” Por favor, dicha estructura teórica no necesita de revoque en muchos sentidos, y menos de filósofos.
Quinto: NO necesito decir que lo único incoherente e insosteniblemente aburrido es la perorata de los filósofos, me gustan más los números y los experimentos.
Respecto a 1): Suponer que el universo es inteligible significa afirmar la capacidad de nuestra razón para desentrañar sus misterios, lo cual no debe confundirse con el hecho de que sus conclusiones vayan contra el sentido común de la razón (lo dicen los físicos, que algunos de ellos además filosofan: te recomiendo en este sentido, como introducción, Los científicos y Dios, del físico Rañada)
2) Los metafísicos, en tanto que se ocupan de desentrañar la significación de conceptos fundamentales como el de ser, el del no ser, el de tiempo, cambio o el de causa...(por otra parte, usados en ocasiones sin conocer su significado por muchos científicos....), realizan verdaderos descubrimientos respecto a su significación, aunque obviamente de diferente naturaleza que los científicos.
3) Hago lo que me da la gana....
Perspectivismo, si. Pero no todas las perspectivas son igual de válidas. Es decir, relativismo, no.
Sí. De hecho, aplicar la validez como criterio de decibilidad es ya fruto de una perspectiva. Gracias por pasearte.
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