miércoles, 6 de mayo de 2020

Para vivir estando están ya las piedras

Estoy escuchando que el plan de las autoridades educativas para el próximo curso es hacernos trabajar de cuerpo presente por las mañanas y en la distancia por las tardes. Debe parecerles que, como es en la distancia, entre pantallas, nubes y plataformas, uno está sólo de forma espectral. Pero muy a pesar mío, también hay un cuerpo, no sé si pensante, pero sí posante. Un cuerpo que ha de ocupar un espacio, consumir una energía, desocuparse de otras tareas, y, como dirían nuestros clásicos, que ha de pensar. El asunto es que al otro lado, donde no hay diálogo ni reflexión ni convivencia, el pensamiento ya no sé si es posible. Sería esta una pregunta que podría encabezar cualquiera de nuestras órdenes instructivas: ¿es posible el ejercicio del pensar, o del enseñar, sin estar unos junto a los otros? Se dirá que son los pensamientos los que están junto a los otros, pero ni hay juntura en la distancia y ni hay pensamientos que sean sustantes.

En cualquier caso, ahí estaremos para dar lo mejor de nosotros, instruyendo a nuestros alumnos con nuevas órdenes, obedeciendo las nuestras con una sonrisa en las cara, compadeciendo a padres que se han ido al paro, apaciguando al compañero que ya no aguanta más porque pierde la Wifi por el vecino. Ahí estaremos para todo eso y mucho más, incluso en los ratos libres, para discutir con nuestros colegas sobre las ventajas e inconvenientes de la teleeducación. Sí, ahí estaremos. Pero es que es eso, que sólo estaremos, y ya no sé si pensaremos, o nos rebelaremos, o desapareceremos, o nos convertiremos. Porque para vivir estando, aunque sea ahí, para lo que sea o lo que venga, a cualquier precio, están ya las piedras.

                                 Belchite. J.A. Porcel

6 comentarios:

Robin de los bosques dijo...

Ahí estaremos, pese a que desde la Administración (en sentido amplio) parece que no hay nadie al volante. El resto, los peones, acabaremos agachando la cabeza y compensando con ilusión lo que es claramente una mezcla de indolencia y desprecio hacia la educación en sí.
Igual que las piedras rodamos sin dirección a menos que nos organizamos y alcemos la voz.

David Porcel Dieste dijo...

Así es, veremos en qué queda pero sospecho que la directriz es esa. Un abrazo

M. A. Velasco León dijo...

Como señala Robin, sin conductor el coche sigue funcionando y no es inercia, sino el trabajo de miles y miles de funcionarios que son el motor de un estado y si nos dejasen también los conductores. El político profesional nunca ha sido conductor, deja que la inercia actue o que conduzcan quienes tienen intereses de algún tipo.
Lo malo, David, es que demasiados compañeros llevan tiempo estando, unos empujados por las felonías envueltas en decretos legales que los conductores practican y otros por comodidad o irreflexión.
Saludos

David Porcel Dieste dijo...

Sí, es verdad. El "atrévete a pensar" se ha transformado en "Piensa en atreverte"... El mérito está en atreverse.

Nicolas dijo...

Me gusta lo que has escrito. Yo soy camionero y tengo obligación de estar en disponibilidad 15 horas al día tres veces a la semana y 13 horas al día dos veces a la semana. Ahora pienso yo así nosotros los camioneros casi no tenemos vida porque estamos siempre en el camion, los SANITARIOS están trabajando mucho y ponen en peligro su vida todos los días. Los maestros y profesores ya no tienen vida personal y familiar porque ahora tienen que estar conectados todo el día y en su tiempo libre tienen que resolver problemas de los alumnos. Y así hay unos cuantos gremios más. Parece que el gobierno trabaja para mantener el país en marcha. ME PREGUNTO PARA QUE SIRVE LA OPOSICIÓN Y TODOS ESOS POLÍTICOS QUE NO APORTAN NADA. SOLO APORTAN PESIMISMO Y MALAS NOTICIAS.

David Porcel Dieste dijo...

Muchas gracias por pasarte por el blog. Tienes toda la razón. Vosotros también tenéis que desempeñar una labor bárbara y con el cansancio añadido del rodaje en carretera. Siempre he pensado que en este país sobran políticos y faltan recursos para llevar a cabo buenas políticas. Un abrazo enorme y que nuestro trabajo también se vea reconocido.