domingo, 27 de abril de 2008

Hagamos que la realidad hable

En el pasado siglo fueron varios los movimientos y las escuelas que crecieron con el único afán de combatir la pretensión racionalista de idear un mundo - el mundo de la ciencia- basándose en principios lógicos derivados de la razón. La constitución de un corpus científico, basado en los contenidos y principios de la racionalidad, proporcionaría para el racionalista la mejor forma de entender y habitar nuestra naturaleza, de ahí que su esfuerzo se orientara a una reflexión sobre la razón misma y a una exploración de sus posibilidades. Aquellas corrientes y escuelas vieron en esta tarea un esfuerzo infructuoso, y en su lugar propusieron formas alternativas de acercanos a la realidad, como parece indicarnos el teórico francés B d.'Espagnat:
Si lo real en sí se niega a decirnos lo que es -o cómo es- por lo menos consiente en decirnos, en cierta medida, lo que no es. No es conforme a los esquemas clásicos del mecanicismo, del materialismo atomista, del realismo objetivista, es decir, a ninguna de las variantes del realismo próximo (...) Es pues legímito calificarlo de lejano. Más aún, parece más o menos quimérico esperar que se pueda construir una imagen científicamente justa (libre de elementos arbitrarios) con ayuda de conceptos tomados de las matemáticas. En consecuencia, parece muy legítimo calificarlo como inconocible o velado. Pero de las dos palabras, es la segunda la que parece más correcta (...) Lo real en sí, aunque no es conocible en el sentido habitual de la palabra, no es tampoco rigurosamente inconocible; está velado.
B. d'Espagnat, Une incertaine réalité (en Los científicos y Dios, Antonio Fernández-Rañada)

2 comentarios:

cgamez dijo...

Un post muy sugerente. Tal vez el error fue considerar a la razón como algo infalible. En este sentido, y aunque soy bastante crítico con el modelo de vulgarización de la ciencia que desarrolla Punset en su programa televisivo, Redes, estoy muy de acuerdo con la respuesta que consiguió del neurobiólogo Ranulfo Romo:

"Es una paradoja que la realidad esté en el cerebro y que también haya una realidad física."

En http://www.eduardpunset.es/charlascon_detalle.php?id=23

Un saludo.

PD: Creo que existe un error en la primera parte de la cita, debería iniciarse con Si lo real en sí se niega a decirnos lo que es... sin el primer no.

David Porcel Dieste dijo...

En efecto, algunas de las críticas más poderosas de la epistemología contemporánea han atacado esa supuesta infalibilidad de la razón, más aún, la idea de que la racionalidad sea la auténtica fuente de verdad. No es de la razón de donde sacamos nuestras ideaciones y concepciones elementales con las que afrontamos e interpretamos el mundo, sino de la imaginación, entendida como capacidad generativa de modelos imaginarios. Eso sí, la última palabra la tiene la realidad, que a mi entender debe existir fuera de nuestros cerebros porque de otra forma no podríamos explicar la falsación de nuestras teorías, no podría la realidad decirnos 'no'.

Agradezco tu visita y esa invitación a la neurobiología.

Un saludo

P.D. Rectifico ese error y añado tu blog, muy sugerente, en mi lista,