jueves, 25 de diciembre de 2008

Ensayos

ENSAYOS

1

No digas nada,
pon tu silencio a prueba.
No será por tu boca por donde llegue
la palabra,
sino a través de la muralla de tu carne,
de tu piel y de tus ropas.

No vivas del desgarro
ni hagas de tu cuerpo herido
una sanguinolenta estatua de san Sebastián,
o del Cristo atado a la columna,
que las turbas celebrarían con unívocos cantos.

Acepta que la palabra nazca
cubierta de tu vieja miseria : límpiala
y mírale con amor a la cara,
al sinsentido de su ser.
No busques tus ojos en sus cuevas
donde reside la noche silenciosa de la luz
que, alcanzado el día, propiciará nuevos desvelos
a quien la llame y escuche,
tal es la condición de los enamorados ojos
capaces de leer en los vacíos:
el deseo.


(Miguel Porcel Berdala, 4 de Diciembre de 2000)

4 comentarios:

David Porcel Dieste dijo...

Enhorabuena por el poema,
cada palabra, cada verso, ocupa su lugar y carga al conjunto de significación y coherencia. Al leerlo tengo la sensación de que quien lo escribe es un maestro que descubre a su discípulo los misterios del amor y le prepara para que pueda experimentar el grado máximo del amor.

Anónimo dijo...

Visito tu blog desde hace tiempo, pero hoy dejo mi primer comentario. He de decirte que me encanta esta bitácora; los textos son sumamente hermosos. Este poema, en concreto, es bellísimo; he disfrutado mucho leyéndolo. Un saludo.

David Porcel Dieste dijo...

Estimado Safo:

me alegra saber que te guste el blog, en concreto el poema se lo debemos al autor que lo firma, colaborador ocasional. He añadido tu blog a mis favoritos, trata diversos temas de interés y lo visito ahora que tengo noticia de él. Un cordial saludo. David

El DADAscípulo de Eróstrato dijo...

ouh yeah!