viernes, 23 de noviembre de 2018

El códice de hilo grueso azulado

Me dispongo a dar una ponencia ante un grupo selecto de oyentes. El soporte del discurso es un códice de hilo grueso azulado cuidadosamente entrelazado y hecho de extraños símbolos amarillos. La lectura no puede ser fluida y sí interrumpida por cada símbolo que hay que interpretar. Al tiempo, uno de los catedráticos organizadores interrumpe el acto y me insta a abandonar la mesa.

Mientras espero ser sustituido envuelvo cuidadosamente el códice.


Sueño de la noche del 22 de Noviembre

5 comentarios:

M. A. Velasco León dijo...

Interesante. Y enlazado con tus lecturas zen. Es juguetón el inconsciente.

David Porcel Dieste dijo...

Sí, a este paso tendré que abrir la categoría de los sueños zen.

Robin de los bosques dijo...

Qué poético sueñas, David.

Anónimo dijo...

Los sueños, como las nubes, crean la realidad, siempre fluída y evanescente.
En tu sueño está el silencio que aparece como dos acepciones: la interrupción del discurso (flujo natural, primigenio) ante la aparición del logos, obligado a interpretar, y el silencio como un tesoro que guardar, cultivar, trabajar, llevarlo para ti precisamente porque nace de un saber des-entendido.

En todo caso, tu sueño es un hermoso poema.

David Porcel Dieste dijo...

Así es.