Otro de los presupuestos sobre los que se sostiene el nuevo modelo educativo que propone el borrador de la LOMCE dice así: "La globalización y el impacto de las nuevas tecnologías hacen que sea distinta su manera de aprender, de comunicarse, de concentrar su atención o de abordar una tarea." (p.4) Al respecto, no creo que el impacto de las nuevas tecnologías haya cambiado nuestra manera de aprender. Las TICs se limitan a ofrecer nuevos recursos para el aprendizaje, pero estos no llegan a modificar el cerebro hasta producir cambios en el modo de aprender. ¿O acaso no siguen siendo necesarias la memoria y la comprensión para la asimilación de ideas y conceptos? Tampoco creo que el lenguaje visual, icónico, esté sustituyendo al lenguaje abstracto o simbólico, como algunas ideologías pretenden hacernos creer. Lo hará, sí, pero solo en quienes decidan convertirse en televidentes o twitteros.
Fruto de ese presupuesto erróneo, nace ahora la idea, también equivocada, de que las TICs son imprescindibles para adecuar los contenidos a esa supuesta manera de aprender consistente en "aprender haciendo": "La tecnología ha conformado históricamente y conforma en la actualidad la educación. El aprendizaje personalizado y su universalización como grandes retos de la transformación educativa, así como la satisfacción de los aprendizajes en competencias no cognitivas, la adquisición de actitudes y el aprender haciendo, demandan el uso intensivo de las tecnologías. Conectar con los hábitos y experiencias de las nuevas generaciones exige una revisión en profundidad de la noción de aula y del espacio educativo, solo posible desde una lectura amplia de la función educativa de las nuevas tecnologías (...) Las TIC serán una pieza fundamental para producir el cambio metodológico que lleve a conseguir el objetivo de mejora de la calidad educativa. Asimismo, el uso responsable y ordenado de estas nuevas tecnologías por parte de los alumnos debe estar presente en todo el sistema educativo. Las TIC serán también una herramienta clave en la formación del profesorado y en el aprendizaje a lo largo de la vida, al permitir a los ciudadanos compatibilizar la formación con las obligaciones personales o laborales, así como para la gestión de los procesos." (p.8)
Si la escuela del futuro acaba convirtiéndose en lo que espera la LOMCE, un lugar de encuentro e intercambio de experiencias y ejercicios prácticos a través de las TICs, me temo que llegará un día en que nuestros alumnos sean incapaces, no ya de esta forma de aprendizaje, sino de otra cualquiera. Uno de los ideólogos de este nuevo planteamiento educativo es Roger Schank, catedrático de Piscología y Computación en la Universidad de Yale y fundador del Instituto para las Ciencias del Aprendizaje de la Universidad Northwestern, dedicado a promover esta nueva forma de entender la educación que destierre definitivamente nuestro actual modelo educativo, el cual a su entender se limita a promover conocimientos irrelevantes, inservibles y aburridos:
El método de educación que se está usando en todo el mundo está equivocado; es aburrido, es irrelevante y todos se olvidan de lo que aprenden. Normalmente, no aprendes nada en la escuela. Es una educación de fantasía: tan pronto como acabas un tema, lo olvidas, y empiezas a enfrentarte a algún otro. Creo que no podemos permitirnos mantener esta clase de educación más tiempo. Uno aprende a ser médico siendo médico, a ser periodista siendo periodista o a ser abogado siendo abogado; y las escuelas han ido alejándose cada vez más de la práctica real, han sido tomadas por profesores o académicos. Te hacen aprender los ríos de España: nadie sabe qué significa; te hacen aprender álgebra: nadie sabe por qué; todo lo que enseñan en la escuela es irrelevante. La gente aprende mediante la práctica. Nuestro MBA es experiencial, lo que significa que vas a practicar: nadie te va a dar una lección y nadie te va a dar un libro: no hay cursos, no hay teoría (entrevista publicada en el diario El Mundo)
Al respecto, me pregunto si puede alguien, no ya ser un buen médico o un buen docente, sino simplemente ejercer la medicina o la docencia sin antes haber adquirido y asimilado una cuantía suficiente de conocimientos en su disciplina. Si reparamos en prácticas más elementales, como la magia o los ritos religiosos, es fácil descubrir que incluso el mago o chamán debe imbuirse de conocimientos sobre el sentido de su religión o la forma de contactar con sus deidades para realizar su labor. Justamente lo que el sistema educativo ha de fomentar y potenciar es la enseñanza de contenidos teóricos, por muy tedioso que resulte, pues estos son los que luego han de servir al alumno en su carrera profesional. De hecho, uno de los graves problemas que se deriva de los actuales sistemas educativos, a mi entender, consiste en la sobreabundancia de itinerarios, programas y actividades que resta tiempo al alumno para que pueda asimilar los contenidos fundamentales. Como estudiante universitario, siempre he echado de menos aquellos programas en los que se estudiaba en todo un curso escolar la teoría de Platón, y me he tenido que conformar con superfluas e inconexas aproximaciones a su pensamiento desde diferentes asignaturas. Si a esto añadimos la idea de Schank de que el aprendizaje práctico debe subyacer y constituir al teórico, no sé qué tipo de preparación llevarán nuestros estudiantes del futuro.