Una delicia el prólogo a los Cuentos completos de los hermanos Grimm que hace Gustavo Martín Garzo. Dibuja la esencia de la narración, de la búsqueda y el deseo.
"Sea lo que sea lo que
significa todo eso, es indudable que tiene que ver con el amor. Por eso
tiembla, porque no sabe lo que le pasa ni lo que tiene que hacer, que es lo que
suele sucedernos cuando descubrimos que amamos a alguien. Eso es un personaje
de cuento, alguien que tiembla. Y los personajes de los cuentos de los hermanos
Grimm lo hacen sin parar. También de frío, de miedo, de placer, de pena. Pero
¿acaso es posible otra cosa? No, porque la vida es deseo, y los deseos nos
llevan al encuentro con los demás, incluidos los miembros de las otras
especies; y por eso nos exponen, pues nos enfrentan a lo incierto y lo
desconocido de la vida y el mundo. Puede que nuestra razón no tenga mucho que
decir, por ejemplo, sobre el deseo, tan antiguo como el pecado original, de
comprender mágicamente la lengua de los animales, pero los cuentos empiezan
justo donde nuestra razón se detiene. Por eso son tan necesarios. Nos enseñan
que la vida está llena de reinos con los que el hombre ha roto sus relaciones y
que debemos explorar."