Por hoy ya hemos inscrito de sobra nuestros nombres en las páginas de la historia. Nos largamos hacia el río Perfume para pasar allí la noche.
Mi cabeza vuelve a estar ocupada con los sueños eróticos, pensando en el sucio chumino de la chavala y fantaseando con volver a casa para follar todo el día.
Estoy tan feliz de seguir vivo. De una pieza y a punto. Este mundo es una puta mierda, sí, pero estoy vivo y no tengo miedo.
Final de La chaqueta metálica (Stanley Kubrick)
Final de La chaqueta metálica (Stanley Kubrick)