Cuando un alumno te agradece haber sido su profesor es la leche, pero cuando despierta de la cama a su madre para ir juntos a por el libro del profesor, es el no va más.
Gracias a quienes os habéis acercado a compartir en este día tan
estupendo, a vuestra compañía, como siempre, Berta y David, y a nuevos
escritores que, como Ovidio, autor de Vidas
sin firma, han hecho del día de hoy algo inolvidable.