Si la escuela del futuro acaba convirtiéndose en lo que espera y prevé el filósofo de la mente Roger Schank, un lugar de encuentro e intercambio de experiencias y ejercicios meramente prácticos, me temo que llegará un día en que el conocimiento pueda anquilosarse y el progreso no desarrollarse más. Del mismo modo que hay quienes han logrado favorecer el progreso humano, imagino que los habrá que sean capaces de retardar, o incluso paralizar, el avance cultural de cualquier región. Éste puede ser el caso de Roger Schank, catedrático de Psicología y Computación en la Universidad de Yale y fundador del Instituto para las Ciencias del Aprendizaje de la Universidad Northwestern, dedicado a promover una nueva forma de entender la educación que destierre definitivamente nuestro actual sistema educativo, el cual, a su juicio, como reconoce en una entrevista para el periódico El Mundo del pasado miércoles, se limita a impartir conocimientos irrelevantes, inservibles y aburridos:
El método de educación que se está usando en todo el mundo está equivocado; es aburrido, es irrelevante y todos se olvidan de lo que aprenden. Normalmente, no aprendes nada en la escuela. Es una educación de fantasía: tan pronto como acabas un tema, lo olvidas, y empiezas a enfrentarte a algún otro. Creo que no podemos permitirnos mantener esta clase de educación más tiempo. Uno aprende a ser médico siendo médico, a ser periodista siendo periodista o a ser abogado siendo abogado; y las escuelas han ido alejándose cada vez más de la práctica real, han sido tomadas por profesores o académicos. Te hacen aprender los ríos de España: nadie sabe qué significa; te hacen aprender álgebra: nadie sabe por qué; todo lo que enseñan en la escuela es irrelevante. La gente aprende mediante la práctica. Nuestro MBA es experiencial, lo que significa que vas a practicar: nadie te va a dar una lección y nadie te va a dar un libro: no hay cursos, no hay teoría.
Al respecto, me pregunto si puede alguien, no ya ser un buen médico o un buen docente, sino simplemente ejercer la medicina o la docencia sin antes haber adquirido y asimilado una cuantía considerable de conocimientos en su disciplina. Si nos fijamos en formas de conocimiento más elementales, como la magia o la religión, es sencillo descubrir que incluso el mago o chamán deben imbuirse de conocimientos sobre el sentido de su actividad o la forma de contactar con las divinidades para realizar con éxito sus actividades.
No está de más añadir que justamente lo que hay que favorecer y potenciar de nuestro actual sistema educativo es la enseñanza de contenidos teóricos, por muy académicos que sean. De hecho, uno de los problemas que a mi entender se derivan de los actuales sistemas universitarios consiste en la existencia de amplios y diversificados programas que dificultan que el estudiante pueda siquiera asimilar e interiorizar los conocimientos de su disciplina. La verdad es que, como estudiante, he echado en falta aquellos programas en los que se estudiaba la teoría metafísica de Platón en todo un curso escolar, y me he tenido que conformar con superfluas e inconexas aproximaciones que desde diferentes asignaturas se hace del pensamiento fragmentado de Platón..., y así con todo lo demás. Si a ello añadimos la idea de Schank de limitar la educación al conocimiento práctico, no sé qué tipo de preparación llevarán nuestros estudiantes del futuro.