Os prometí un post sobre 'lo infinito' y con ocasión de ello se me ha ocurrido introduciros en algunas ideas que trabajaréis durante el curso que viene:
Se ha pensado mucho (y se sigue haciendo) sobre el origen de la idea de 'infinito'. Han sido numerosos los momentos de la historia del pensamiento occidental en los que se ha debatido la cuestión del origen de esta idea, por otra parte, muy ligada a la idea del Dios cristiano. Algunos filósofos, como el racionalista René Descartes, pensaron que se trataba de una idea innata, constitutiva de la razón, una propiedad de ésta que había sido ahí puesta por Dios para posibilitar en última instancia una fe inquebrantable en el conocimiento científico. Otros, como el empirista John Locke, pensaron que se trataba únicamente de un concepto surgido de la combinación de la idea de 'finito' y de su 'negación', y que éstas habían sido aprendidas de la experiencia sensible (un reto para los empiristas consiste en explicar cómo puede formarse la idea de 'negación' a partir de la experiencia sensible, si ésta no hace más que proporcionar información positiva)
En cualquier caso, pensad que para que cualquier debate filosófico o científico pueda llegar a buen término y florecer en una explicación satisfactoria (al menos provisionalmente) es necesario definir rigurosamente los conceptos con los que se trabaja y aclarar el sentido que se les está dando. De otra forma se llegará a malentendidos y el esfuerzo habrá resultado vano. En concreto, el concepto de infinito se ha entendido de muy diversas maneras. Por ejemplo, en los albores del pensamiento griego (pienso en Jenófanes, Anaxágoras, o Anaxímenes) se entendía como lo 'indefinido', lo que no es definible, porque carece de determinación, porque no está determinado; otros filósofos durante el Helenismo (Epicuro, por ejemplo) atribuyeron al Universo la propiedad de ser infinito, entendiendo ese Universo infinto como 'lo ilimitado', lo que carece de límites, pero no porque tenga una extensión inabarcable, sino porque por definición el Universo (o 'todo cuanto hay') no puede tener límites que lo separen y distingan de cualquier otra entidad (si tuviera esos límites ya no sería el Universo, en todo caso una parte de él)
Pero esto es sólo una pequeña muestra de algunas ideas relativas a este concepto que tanto interés y fascinación sigue suscitando.