Me encuentro proyectando a mis alumnos Al final de la escapada, de Jean-Luc Godard. Sin embargo, al poco reparo que se trata de una clase de Matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, y veo en ellos miradas incriminatorias. Aterrado, pienso la posibilidad de obligarles a transmutar en algoritmos los monólogos de Godard, cuando descubro que soy incapaz de descifrar las más elementales operaciones.
Sueño de la noche del 30 de Noviembre