viernes, 27 de septiembre de 2024

Topos a cielo abierto

¿Qué es lo primero que descubrimos? La vida propia, la de cada cual. Me encuentro con que me han nacido. Me encuentro con que me han creado. Se dice «yo he nacido» en tal o cual lugar, en tal o cual fecha, pero esto, en realidad, es una manera de decir que «han registrado mi nacimiento» en tal o cual fecha, en tal o cual lugar. ¿Cómo podría realizar la acción de nacer no existiendo todavía? La expresión «he nacido» es un contrasentido. Me encuentro habiendo sido registrado. Me encuentro teniendo que vivir. Me encuentro a oscuras teniendo que construir farolas y desplegarlas a lo largo de la calle, y de una manera ordenada, simétrica, de manera que no quede ningún recoveco sin luz. Y así, que todos puedan deambular por la calle sin tropezar con nada, o sin nadie que tropiece con ellos. Me encuentro en un día cualquiera que tengo que ordenar, dándole un calendario, con su horario y su planificación. ¿Por qué no pude nacer sin equipaje ni mapas? Hubiera estado bien, aunque fuera solo por un momento, una existencia desnuda, ligera, para transitar a oscuras y en la soledad de la Noche, y pisar las piedras sin propósito de llegar o mirar la luna sin ver si es creciente o menguante. Hubiera estado bien, aunque solo fuera por un momento, vernos a todos experimentar el valle de la vida y descubrir en los ojos si fue agradecimiento o pesar lo primero. 

Me encuentro solo, desde luego, pero también acompañado. Acompañado del otro, claro, pero también del murmullo interior que me protege de no salir disparado hasta la eternidad.


sábado, 21 de septiembre de 2024

A la orilla

Hay puentes que es mejor atravesarlos por debajo, viendo así lo que unen, en lugar de empeñarnos en cruzarlos. El progreso nos habla de construir puentes cada vez más largos, cada vez más resistentes, cada vez más inverosímiles, pero calla acerca de la experiencia de no cruzarlos y adentrarnos en lo que ellos unen. Y es que el progreso nada puede enseñarnos sobre lo que solo nosotros podemos hacer: viajar, conocer, explorar, agradecer, cuidar. Por ello conviene, de vez en cuando, parar el paso y contemplar lo que se extiende a nuestro alrededor, viendo que detrás de esos paisajes tecnológicos, televisados, intoxicados, se esconde el mismo miedo de topar con lo diferente y con lo que verdaderamente nos puede sacar de ese empeño de no querer ver, de no querer explorar, de no querer agradecer.




"Quien agradece ve en el otro una virtud, que cabe llamar, casi indistintamente, justicia, bondad o generosidad. A su vez, el agradecimiento es también un acto de justicia, de bondad y de generosidad. Quien agradece, expresa la misma virtud excepcional. Estamos todos en la misma orilla. Compartimos la misma condición de las afueras: intemperie y vulnerabilidad (el médico será paciente; el fuerte, débil; el joven, viejo; el alegre, triste...) Pero en ciertos momentos, uno puede ayudar a otro. Y el otro quedar agradecido. Esto, que se manifiesta tan estimable, explica la pena y el desencanto que, en general, provocan las situaciones de desagradecimiento. El desagradecido -y el insensible, y el indiferente- es como el insensato: no advierte lo que pasa; tiene atrofiada su capacidad de sentir. Vive poco la vida. Por eso, ser desagradecido es mala cosa. Denota incapacidad para generar y falta de vitalidad. El desagradecido es egoísta por definición y en lugar de crear comunidad, la mina." (La penúltima bondad, Josep Maria Esquirol).

sábado, 14 de septiembre de 2024

Límites del cuidado

CUIDADO del medio. Cuidado del otro. Cuidado de sí mismo. ¿Pero cuáles son los límites del cuidado? Es una pregunta que me hice releyendo este verano algunos relatos de Kafka, como La metamorfosis, o la historia de lo que le pasó a Gregor Samsa cuando se vio transformado en insecto. La conversión en insecto -impremeditada, real- transforma las relaciones de Gregor con su familia, pero también con su casa, con su habitación, con sus cosas. La conversión en insecto lo obliga a protegerse de manera distinta y a ensayar nuevas posturas y acciones que lo ponen en un nuevo escenario. Nada de lo que sabía como humano le sirve para comportarse como insecto. Se encuentra renaciendo en un mundo desconfiado y hostil, que no puede saber nada de lo ocurrido y que va a acabar renegando de cualquier forma de convivencia entre seres de diferente naturaleza. Somos cuerpo, y el cuerpo nos transforma, nos reúne, nos agrupa, generando vida y convivencia. Pensamos maneras de convivir y cuidarnos juntos, modos de llegar a acuerdos y evitar disputas, porque primero nos sentimos semejantes y nos sabemos con dos ojos, dos piernas y un tronco, y queremos acercarnos más, quizá para tocarnos, quizá para cuidarnos, quizá para decirnos algo al oído. De otro modo, convertidos como Gregor en insectos y conscientes de esta conversión en un mundo humano, nos abocamos a la incomprensión, la persecución y el horror.



domingo, 25 de agosto de 2024

miércoles, 14 de agosto de 2024

Lo que la mentira esconde

Muy contento de ver publicado mi trabajo "Lo que la mentira esconde. Una defensa de la honestidad para desconfiados" en este número multidisciplinar que pone el dedo en una de las realidades más presentes y actuales de nuestro tiempo.



Cuando se me ofreció la oportunidad de escribir sobre el tema de la mentira tenía ya en mente una diferencia que me parecía significativa, y en cierto modo inadvertida, entre la mentira considerada como engaño o embuste y la mentira referida a la vida entera; lo que podríamos acuñar con la expresión «vivir en la mentira». Y así, de primeras y sin haber profundizado en el asunto, ya me parecía que vivir en la mentira es mucho más corrosivo y perjudicial que mentir, limitado siempre a un número de ocasiones; porque mientras que el daño de una mentira puede pagarse con el reconocimiento y el perdón, el daño de vivir en la mentira, en muchas ocasiones, se paga con la pérdida irreparable de relaciones y vidas humanas. ¿Pero qué interés puede tener reconocer y explicitar esta diferencia? ¿Por qué es importante distinguir entre la mentira como acción y la mentira como suelo vital? Y, sobre todo, ¿qué implicaciones morales puede tener reconocer y ampliar el foco de atención sobre una realidad que, generalmente, se ha limitado a los ámbitos de la intencionalidad y la voluntad humanas? El propósito de mi aportación es, precisamente, situarnos en la perspectiva de quien piensa la mentira como algo que trasciende la intencionalidad y la entiende como suelo vital, advirtiendo así el enorme peligro que supone «vivir en la mentira» y rescatando el valor de la honestidad como cualidad esencialmente estabilizadora y potenciadora de prácticas y vida buena.

Desde aquí el enlace para interesados y curiosos:

jueves, 1 de agosto de 2024

Platón político

Aquí, bajo el Árbol de la vida, os regalo esta cita que recoge uno de los descubrimientos del verano, Giorgio Colli, de su libro Platón político, que citaré a la vuelta de verano, y es que desmiente uno de los prejuicios más arraigados de nuestra enseñanza y que leemos en tantos manuales académicos de Bachillerato: Platón, lejos de apartarse de la política para centrarse en la filosofía, vio en la filosofía la condición para hacer política y en la vida política de su tiempo el verdadero motivo para hacer filosofía. Y es que los filósofos son personas muy preocupadas y cercanas a la circunstancia de su tiempo:


"Ahora esta idea se alza como una luz imprevista, como la verdad que cubre el abismo entre lo real y lo ideal, que disipa sus dudas y le retorna la confianza; hasta ese momento, había aspirado a ser antes de nada un político, pero, cada vez que se había acercado a los hombres de Estado atenienses y había observado su forma de comportarse, se había visto obligado a alejarse de ellos y a regresar a la filosofía -elegir uno u otro camino habría significado sacrificar una parte vital de sí mismo-, y ahora, por fin, llegaba la solución que sintetizaba ambas actividades o, mejor dicho, elevaba la política a la filosofía (...) El género humano, en consecuencia, no se libraría jamás del mal si antes no accedían al poder los legítimos y auténticos filósofos o si los gobernantes del Estado no se convertían, por gracia divina, en verdaderos filósofos".

miércoles, 10 de julio de 2024

Revoloteo interior

En esta mañana de lunes, sin vosotros, pero llenándome de nuevos estímulos para el próximo curso, releo una obrita muy recomendable de Friedrich Nietzsche, titulada Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. En unas pocas páginas, amables además, Nietzsche, cuyo nombre aprenderéis a escribir sin titubear, evidencia la naturaleza vanidosa y engreída del ser humano, que lo ha llevado a construir toda una tradición de pensamiento -esa que se inicia con Sócrates y Platón- basada en la presunción de que la realidad está ahí para ser conocida y dispuesta para ser transformada. Es la misma presunción que muestran Adán y Eva cuando ya han comido del fruto del conocimiento del bien y del mal, y que les lleva a pensar -ilusamente- que pueden y deben esconderse de los ojos de Dios. Es la soberbia cegadora y engañadora. Diríamos que hemos comido de un veneno que ha inflado nuestro ego hasta no poder ver más allá de él. ¿Será que el fruto del conocimiento del bien y del mal nos engañó hasta tal punto de crearnos una sensación permanente e insustituible de ser el centro del universo, queriendo incluso ver a Dios como aquel de quien ahora debemos escondernos?



“Este arte de la ficción llega a su cima en el ser humano: aquí el engaño, la adulación, la mentira y el fraude, las habladurías, la hipocresía, el vivir de lustres heredados, el enmascaramiento, el convencionalismo encubridor, el teatro ante los demás y ante uno mismo, en una palabra, el revoloteo incesante en torno a la llamada de la vanidad es hasta tal punto la regla y la ley, que casi no hay nada más inconcebible que el modo en el que haya podido introducirse entre los hombres un impulso sincero y puro hacia la verdad (...) En realidad, ¡qué sabe de sí mismo el hombre! ¿Sería capaz de percibirse por completo, aunque sólo fuese por una vez, tendido como en una vitrina iluminada? ¡Acaso no le oculta la naturaleza la mayor parte de las cosas, incluso sobre su propio cuerpo, para así, al margen de las circunvoluciones de los intestinos, del rápido flujo de las corrientes sanguíneas y de los intrincados estremecimientos de sus fibras, recluirle y encerrarle en una conciencia orgullosa y embaucadora!”

lunes, 17 de junio de 2024

Final de curso

Cuando la simpatía y el conocimiento confluyen, se producen cosas como esta. Muy agradecido a mi profesión por este curso estupendo, que ahora todavía lo es más.



                             1º BACH CyT A, Curso 2023-24. IES Miralbueno

sábado, 15 de junio de 2024

El mirar antiguo


El velero llegó a su destino

pues está recién construido

movido por el viento y lo vivido.


El mar dio gritos

porque al mar ahí, tuvieron su último aliento

ahogadas eternamente en el olvido.


Yo te sigo viendo en mi mirar antiguo,

antiguo porque ya no estás conmigo, 

pues nuestro velero unió nuestros lazos,

fue construido con finos trazos,

y llegó a su destino en pedazos. 


Laura Serban (alumna de 3º ESO)

8 de marzo de 2024

sábado, 18 de mayo de 2024

Eternidades

Hay momentos que llegan de no se sabe dónde y, por una palabra dicha a medias, una mano cálida que toma la tuya, o la quiere tomar, una risa que resuena hasta desvanecerse en el ruido de los porteadores, unos colores distintos de los que habitualmente borran los días, unos sillones que se hunden hasta ya formar parte de nosotros, unas luces que llegan de vez en cuando a unos ojos cansados de no dormir, una voz que entre Gin tonics se pavonea con la dulzura de los pavos reales cuando despliegan sus alas, una alumna que pide hacerse una foto contigo porque aquel día creíste en ella, y ríos de alumnos que entre timbales y carteles gritan orgullosos que ya no son alumnos de Bachillerato; un profesor que al amanecer se siente náufrago, y decide llamarse para ver si alguien responde, y otra profesora que sube a lo lejos para derramar hermosamente lágrimas de bondad. Y te dicen que ya todo aquello forma parte de ti, y te dicen que quizá tú ya formes parte de aquello, como el sueño que se entremezcla hasta confundirte para siempre.

Por eso, y por todo ello, ingresan en la llamada eternidad.


domingo, 5 de mayo de 2024

Probable inicio de la historia humana

Guardándome las últimas semanas para la explicación de la filosofía moral de Immanuel Kant y sus derivaciones posteriores, como iremos viendo, algunas de ellas bastante críticas y de enorme actualidad, doy con este texto que titula "Probable inicio de la historia humana"; una interpretación libre y rigurosa del relato de Adán y Eva, y la toma del fruto prohibido. Os regalo este fragmento porque me parece muy representativo de ese pensamiento tan antropocéntrico contra el que luego se rebelarán el ecologismo, el feminismo o el movimiento de liberación animal. Os lo regalo con el placer de quien lee un domingo con la vista en vuestros comentarios, críticos o elogiosos, al respecto:



“La primera vez que le dijo a la oveja: 'la piel que te cubre no te ha sido dada por la naturaleza para ti, sino para mí, arrebatándosela y revistiéndose con ella' (Génesis, III, 21), el hombre tomó conciencia de un privilegio que concedía a su naturaleza dominio sobre los animales, a los que ya no consideró como compañeros en la creación, sino como medios e instrumentos para la consecución de sus propósitos arbitrarios. Tal concepción implicaba (aunque oscuramente) la reflexión contraria, esto es, que no le era lícito tratar así a hombre alguno, sino que había de considerar a todos ellos como copartícipes iguales en los dones de la naturaleza (...) Y así se colocó el hombre en pie de igualdad con todos los seres racionales, cualquiera sea su rango (Génesis, III, 22), en lo tocante a la pretensión de ser un fin en sí mismo, de ser valorado como tal por los demás y no ser utilizado meramente como medio para otros fines. En esto, y no en la razón considerada como mero instrumento para la satisfacción de las distintas inclinaciones, está enraizado el fundamento de la absoluta igualdad de los hombres incluso con seres superiores que les aventajen de modo incomparable en materia de disposiciones naturales, pues esta circunstancia no le concede a ninguno de ellos el derecho de mandar caprichosamente sobre los seres humanos”. (Immanuel Kant)

viernes, 3 de mayo de 2024

Sátiras

Mirando con "Sardinillas", que no está precisamente en los huesos, doy con esta lectura enternecedora de Ariosto que nos recuerda el alcance de la libertad. No es sólo que haya que saber decir que no cuando lo que te proponen no encaja en tu lista de propósitos o prioridades, sino que hay empezar por abstenerse de engrosar en demasía nuestra vida antes de acabar encadenados a ella. Más vale la abstención que vaciarse como lo hizo el asno del poema.



«Sátiras», Ludovico Ariosto (1474-1533)

“Hubo una vez un asno, todo huesos
y nervios, tan delgado, que entró un día por una grieta a un almacén de grano;

tanto llegó a comer, que la barriga
se le llenó como un tonel enorme
(aunque no fue de golpe) hasta saciarlo.

Temiendo que los huesos le molieran,
quiso salir de donde había entrado,
pero ya no cabía por el hueco.

Mientras pugnaba por huir en vano
le dijo un ratoncillo: «Compañero,
para salir has de vaciar la tripa:
ahora es necesario que vomites
lo que has tragado para enflaquecerte;
no hay otro modo de pasar la grieta»."

miércoles, 1 de mayo de 2024

Aniversario

Y en este intermedio,

los días siguen naciendo.

Como hojas de la primera higuera

Que se entrelazan en el Jardín.


Y contigo la noche crece conmigo.

Y me da sus pasos, con sus luces y sus sombras.

Cielo de mis primeros ojos

Que me prestaron.


Feliz quince aniversario

domingo, 14 de abril de 2024

Esperanza de la que hablan

Comparto este hermoso poema de Laura, alumna de 3º de ESO, que habla de la esperanza como “la esperanza de la que hablan”, que se instala en mí como resistencia última antes del adiós. Esperanza que es última luz antes del cierre definitivo. Diría Shopenhauer que la esperanza es la más necesaria de las ilusiones.




ESPERANZA DE LA MENTIRA

Será que me odias,

Será que no me quieres ver.

Pienso en aquellos días

donde no me querías perder.

 

Y ahora un rayo de luz me sigue

es la esperanza de la que hablan,

me repite lo mismo siempre,

no quiero escucharla,

continuamente me miente

diciéndome que aún me ama.

 

Laura Serban,

1 de abril

jueves, 11 de abril de 2024

Experiencias que perviven

Trepidante experiencia la de hoy, en nuestro Primer Certamen de Debates que ha enfrentado a alumnado de 2ºFP Básica y 1º de Bachillerato sobre el fondo temático Saber práctico vs saber teórico. Cuando en una mañana de septiembre nuestro amigo Fran nos propuso a Daniel y a mí emprender una actividad que aunara a alumnos y alumnas de ambas enseñanzas, dándoles voz para que se expresaran sobre asuntos que a todos incumbe, como el valor que atribuye nuestra educación a ambos saberes, la presencia que tienen en la sociedad, o las intricadas relaciones que guardan entre sí originando tantos debates que la ciencia y la filosofía siguen alimentando, no pudimos sino lanzarnos a ello y movilizar el asunto. El resultado ha sido la mañana de hoy, entregada a estos alumnos y alumnas apasionados y apasionantes, esgrimiendo argumentos por debajo y encima del micrófono, escuchándose unos a otros, parando cuando había que parar, y volviendo cuando había que volver. El resultado ha sido ver –y sentir- que el conocimiento también tiene lugar fuera de las aulas, conectado con la vida, y la palabra, con un aire de atención que ahí se respiraba e involucrando la experiencia vital de cada uno de los debatientes.

Bravo, alumnos. Bravo, compañeros.


Con especial agradecimiento a alumnos, Zona joven (Ángela), Daniel, Fran, Emese, Sara, Montse, Alfredo, compañeras de Lengua y jurado Pablo y Sergio.

Queriendo recordarnos cuán importante es que la educación escuche sus necesidades y podamos construir una sociedad mejor desde una reflexión, profunda y compartida, del papel del saber práctico y teórico en nuestra sociedad


  Una delicia a verlos ahí compartiendo, dialogando, deliberando


                       Grupo ganador de 2ºFB Básica. ¡Enhorabuena!


                   Y aquí junto a los alumnos finalistas de 1º de Bachillerato


                      Y con todos los valientes alumnos deliberantes









lunes, 18 de marzo de 2024

No sé leer

La lectura es una de esas actividades que debe realizarse con placer, con el placer del descubrimiento, y del redescubrimiento, según sea el pulso y el momento vital desde el que se haga. La lectura, si de verdad enriquece, es creadora de tiempo y de vida. ¿O no nacemos de nuevo cada vez que topamos con un gran pasaje o alguna idea se nos cuela hasta el corazón? Pretender decir que hay una duración de tiempo correcta para la lectura, o que hay una edad adecuada para tal o cual libro, es tan absurdo como decir que los campos florecerán cuando lo dicte el calendario o que el sol se pone porque el reloj ha dado la hora. Leer es vivir, y la vida, por más que nos apresuremos, siempre va a ir por delante.




“No sé leer. ¿Acaso alguien podría decir que sabe? Nos pasamos la vida leyendo, pero nunca aprendemos. Nadie sabe leer porque la lectura no es una competencia que pueda adquirirse de una vez por todas, sino una «forma de vida», y nadie sabe vivir. Siempre existimos a la primera, rodeados de ignorancia, de perplejidad y de dudas. Leer es detenerse un instante en el flujo del tiempo y enfrentarse a algo que nos interroga y desafía, es iniciar un viaje que nunca se sabe adónde conduce, es caminar y perderse en un texto, como quien se pierde en un bosque, y correr el riesgo de salir siendo otro distinto del que se era al principio. Leer es releer, regresar una y otra vez sobre los libros que nos interpelan, esos que, aunque a veces estén lejos, nos siguen sacudiendo como la primera vez. Es dejarse afectar por la palabra de alguien que no está físicamente presente pero tampoco está del todo ausente. Es escuchar voces que vienen de lejos y enfrentarse a una escritura que dice pero que no responde, que en ocasiones ofrece consuelo, aunque la mayor parte de las veces lo que provoca es desasosiego.” (Joan-Carles Mèlich, La sabiduría de lo incierto)

domingo, 17 de marzo de 2024

Escuelas sin escuela

Las clases deben reinar por su impureza, por el tartamudeo de quien se atreve a levantar la mano a pesar de ser tartamudo, por los colores grises que no pueden competir con la primavera pero que continúan bellos para quien los sabe mirar, por el silencio buscado de quien prefiere callar y seguir viviendo su miedo. Deben reinar por los timbres desordenados, por el respeto a las palabras bien dichas y a las palabras que no se dicen, por los tropiezos en la solución al problema y las frases mal formuladas, que el profesor corregirá. Deben reinar por la confianza de quien confía sus conocimientos, y la autoridad que inspira el maestro a sus alumnos, por los suelos sin tarimas ni gritos sobresaltados, por la tiza cálida que la profesora tiende al alumno que pisa por primera vez la baldosa de más al fondo, y quedan ahí expuestos a la mirada de los demás.




Una escuela no es escuela donde no hay humanidad. Un no-lugar donde todo fuera máximamente útil, eficiente, rápido y preciso, sería un escenario desprovisto de generosidad, de confianza y autoridad: “Un hipotético lugar –o más bien un no-lugar- con procedimientos totalmente tecnificados de aprendizaje no sería una escuela. Igualmente, un lugar –o más bien no-lugar- donde lo único que ocurriera fuera la ejecución de funciones objetivadas en procesos y resultados tampoco sería una escuela. Aunque podría seguir llevando el nombre, ya sería otra cosa”. (La escuela del alma, Josep Maria Esquirol)

sábado, 16 de marzo de 2024

Extranjeros de vida

Somos extranjeros de vida, para los otros y también para nosotros mismos. ¿Pero quién es ese ser sorprendente con el que un día de repente topo? Quizá yo mismo transformado, quizá el otro que me mira por primera vez. Quizá es que hasta ahora no había mirado de verdad. 

Comparto este hermoso poema de mi padre, sobre el otro, y la necesidad del otro.

 


ENCUENTRO

Un día se encontró con un animal extraño

tenía ojos y boca y tenía labios

el animal lo miraba de frente

pedía algo

era un ser sorprendente

una revelación que la vida le había guardado sólo para él

no le supuso ningún nombre

tenía manos

unas manos blancas que a veces hacían una cueva donde guardada su cara

un día el animal habló

qué extraño dijo

el animal dijo qué extraño sin apenas mirarlo a los ojos

le contestó moviendo los labios

porque no encontró palabras

si hubiera encontrado las palabras hubiera escrito un poema de amor

y se lo habría dado.

 

Miguel Porcel

Marzo de 2024



viernes, 15 de marzo de 2024

Carta de una alumna

Comparto con mucha ilusión estas palabras de Candela, alumna de 1º de Bachillerato, que forman parte del discurso de su defensa de Ensayo en esta undécima Olimpiada de Filosofía. No puedo más que sentirme agradecido al escucharlas.

En primer lugar me gustaría agradecerle a la Sociedad Aragonesa de Filosofía todo el esfuerzo que ha hecho para que esta undécima edición de la Olimpiada Filosófica de Aragón se lleve a cabo.

Gracias a todos los profesores, tanto de universidad como de secundaria, que han colaborado en este proyecto y que desean acercar la filosofía a los jóvenes.

En especial a mi profesor, David Porcel. Porque cada día llega a clase con ganas de transmitirnos su pasión por la filosofía, nos dedica reflexiones diarias y porque cree en nosotros. Sin su apoyo y conocimiento, ni mis compañeros ni yo, estaríamos hoy aquí entre los finalistas de esta edición. Gracias.

Hoy en día se necesitan más profesionales como David, personas cuya vocación es educar y acuden cada mañana agradecidos de poder trabajar en algo que aman.

El gran problema de nuestra sociedad contemporánea es que no ve el trabajo como vocación sino como un simple medio para hacerse rico. Y esto es un grave problema ya que no hay profesionales que disfruten de su trabajo y lo ven incluso como un castigo con el que adquirir la independencia económica.

Esta idea es una de las distintas reflexiones que desarrollé en mi ensayo. Considero que se le da más importancia al dinero y al consumo con el mismo, que al disfrute de las pequeñas cosas.

El ocio de nuestros tiempos está totalmente basado en el consumo de productos innecesarios o en el sobre uso de las tecnologías, como las redes sociales. Olvidando aquel ocio que nos enriquece espiritualmente como leer un buen libro o una tarde con amigos.

Por esto mismo quise citar en mi escrito la obra Caminar, que invita a rebelarse, a saltarse la rutina y a reconectar con nosotros mismos y nuestro entorno. Estas son acciones insignificantes para el sistema pero gratificantes y liberadoras para el ser humano. Y es que son estos pequeños actos los que nos devuelven la esencia de lo que es realmente ser humano.

Cuanto menos disponemos de una vida interior rica en el plano moral, cultural y espiritual, más nos entregamos a la necesidad frenética de comprar y consumir. Y es por esto por lo que os invito a participar en un nuevo ocio, un ocio más humano, alejado del consumo excesivo, un ocio que cultive nuestra mente y cuerpo.

Es de vital importancia conocerse a uno mismo, relacionarse, estar en contacto con la naturaleza, hacer deporte, pero sobre todo, el estudio, la reflexión y la escritura. La educación y especialmente la filosofía aúnan todas estas disciplinas.

Por esta razón es tan importante que se impartan clases de filosofía, porque invita a los alumnos a reflexionar, a pensar en aquello que les produce curiosidad, a leer y a sentirse comprendidos, incluso a desarrollar sus propias ideas, como la Olimpiada.

15 de marzo de 2024

domingo, 10 de marzo de 2024

No existe sangre eterna

Comparto este poderoso poema de Laura, una de mis alumnas de Iniciación a la Filosofía de 3ºESO, que con su cuaderno negro está abriéndose a la poesía, y a la vida:


Y cuando menos te lo esperes

todo se irá;

de las estrellas más brillantes,

hasta las pequeñas luciérnagas.

Del prado las luces verdes,

hasta aquella rosa marchitada.

Del amor las pasiones,

hasta el abrazo más insignificante.

Pues el tiempo mata a los amantes,

mata el alma y las conexiones.

El tiempo es finito, limitado…

“Dale tiempo,

y acabará muriendo”


2 de marzo de 2024

sábado, 9 de marzo de 2024

Dando paso

Muchas veces acabamos prisioneros de nuestras propias palabras. Y nos decimos ‘tengo que ser médico’, ‘abogado’, o ‘ingeniero aeroespacial’, 'tengo que hacer esto o aquello', 'sumar aquí o sumar allá'. Y nos lo decimos con tanta fuerza y opresión que acabamos creyendo que solo si logramos aquello que nos decimos la vida tiene algún sentido y hemos cumplido con lo que teníamos que hacer. Pero decirnos eso, y con la fuerza con la que a veces nos lo decimos, es tan absurdo como decirnos que nos tiene que gustar jugar al fútbol antes de practicarlo o que nos tiene que gustar pintar antes siquiera de conocer los colores. La vida no se rige por lo que nos tiene que pasar en ella, ni mucho menos por lo que nos decimos que nos tiene que ocurrir. La vida hay que recibirla con gratitud, abiertos a lo que nos pueda dar y regalar, escuchando sus pliegues y misterios, y recibiéndola sin esperar de ella nada que no podamos dar nosotros.





“Tenían sus planes con el tiempo de la humanidad. Se trataba de planes ambicioso y preparados al milímetro. Lo más importante para ellos era que nadie reparase en su actividad. Se habían colado imperceptiblemente en la vida de la gran ciudad y de sus habitantes. Y paso a paso, sin que nadie lo notase, avanzaban cada día más y se adueñaban de las personas”. (Momo, Michael Ende)

viernes, 1 de marzo de 2024

Cuando todo ello ocurre

Cuando la vida se entrelaza y desparrama como gotas en la lluvia de invierno, o la luz blanca que nos llega como la primera vez que vimos la nieve. Cuando todos parecen correr hacia ninguna parte, y observas a alguien que mira pasmado hacia el cielo. Cuando un grupo de preadolescentes decide camuflarse en el silencio bajando las persianas, y el profesor de guardia pasa inadvertido para respetar su juego. Cuando repentinamente una teja de papel sobrevuela el instituto, y vuelve a caer, pero con el papel del revés. Cuando alguien corriendo se enamora de quien roza a su lado, y la luna baja para decirle que también ella quiere ser tocada. Cuando se hace el silencio, porque ya es jueves y estás cansado de mover los labios para preguntar cómo le va. Cuando entre abrigos la recuerdas para no pasar frío, y los días en que viste el mar vuelven a ti, para convertirse en palabras. Cuando todo ello ocurre, es que el día ha merecido la pena.


sábado, 24 de febrero de 2024

Elogio de la ociosidad

Qué Olimpiada más interesante han realizado nuestros alumnos filósofos en la undécima cita sobre el ocio. Dilemas, ensayos, reflexiones, comentarios, y muchos rostros satisfechos de haberlo dado todo, una vez más, en este encuentro generoso que cada año reúne a más centros y alumnos de nuestra comunidad. Mucha suerte, Candela, Aleix, Lucía, Sergio y Ángela. Y también a esos otros alumnos que participan por Vídeo y Fotografía. Pase lo que pase, sois unos campeones.


“Como casi toda mi generación, fui educado en el espíritu del refrán 'La ociosidad es la madre de todos los vicios'. [...] Creo que se ha trabajado demasiado en el mundo, que la creencia de que el trabajo es una virtud ha causado enormes daños y que lo que hay que predicar en los países industriales modernos es algo completamente distinto de lo que siempre se ha predicado. [...] Quiero decir, con toda seriedad, que la fe en las virtudes del trabajo está haciendo mucho daño en el mundo moderno y que el camino hacia la felicidad y la prosperidad pasa por una reducción organizada de aquél.” (Bertrand Russell, Elogio de la ociosidad y otros ensayos)

martes, 13 de febrero de 2024

Vidas sin paraíso

Vivir sin paraísos, y sin manchas, con la sola palabra en la boca. Que diga: “te quiero”. Vivir abrazando su mano, cuando el suelo en las noches de insomnio se tambalea, y descubres que ya no eres el mismo yendo solo a los sitios. Vivir bebiendo de su cabello, dejando que alguno de sus rizos atraviese tu garganta, y lo retires como hacíamos de niños cuando nos tumbábamos en la paja. Cabellos negros que fueron dorados. Huella de épocas gloriosas en las que el tiempo parecía no contar, y juntos gritábamos a los cielos que dejaran un lugar para nosotros.


domingo, 11 de febrero de 2024

Despierta

Comparto este hermoso poema que me llega de la pluma de Laura, una de mis alumnas de 3ºESO de Iniciación a la Filosofía, donde comienzan a explorar las palabras y los sentidos. Lo comparto con agradecimiento, por su fuerza lírica, y misteriosa llamada.


Varias noches necesité,

en mis lágrimas me ahogué,

tus brillantes ojos en las estrellas

me retuerzo de dolor, despierta.

 

Alguien me llama, cada vez más cerca.

¿Eres tú? ¿O mi mente compleja?

Es una presencia familiar, solo espero tu respuesta,

te vas acercando a mis labios…. “despierta”.


 Febrero, de 2024



                                                 Eco, Pablo Gargallo