No es el pensamiento, sino el deseo, el origen del ser: 'deseo, luego soy'
La muerte, como lo negativo y lo opuesto a la vida, es un fantasma, una ilusión, no tiene entidad propia; existe sólo como anticipación del yo, que la teme, la espera, la vive.
Es el lenguaje, y no el mundo, la casa del ser, de Dios, del no ser.
La realidad es otra ficción, pero necesitamos contar con ella, creer que es real
Si el lenguaje tiene su origen, es algo que nunca sabremos.
31 de Enero de 2009