Ayer
con nuestros alumnos de 1º de Bachillerato pasamos una mañana estupenda
visitando los Yacimientos de Atapuerca y el centro arqueológico experimental,
donde además de conocer la evolución de las innovaciones tecnológicas a lo
largo de la Historia de la Humanidad, alumnos y profesores recreamos algunas de
estas técnicas primitivas dedicadas a la caza, la comunicación y la
supervivencia. Después de una comilona en la ciudad de Burgos y disfrutar del
paseo del Espolón y de la maravilla de su Catedral, visitamos el Museo de la
evolución, donde los alumnos pusieron en práctica los conocimientos adquiridos
y entendieron un poquito mejor el sentido de la evolución humana y los
misterios que todavía hoy envuelven a la aparición del lenguaje y de la
humanidad.
sábado, 30 de abril de 2022
Aventura en Atapuerca
domingo, 24 de abril de 2022
Silencios del bosque
Hay otros reinos que un alma puede habitar y guardar, que no nacen de un acto de voluntad, o de intelección. No son lugares para el destierro, el refugio o la recreación. No hay que ir a buscarlos, ni tampoco a buscar nada en ellos.
Uno de estos reinos es el silencio, pero no el que se busca para limpiar o afinar el alma. No es el que encuentra el poeta antes de ponerse a escribir, o el pastor cuando al atardecer adivina las estrellas. Es otro silencio, que no admite traslado, historia, ni casi memoria. Nada determinado, prefigurado, planificado.
El bosque, Hanoi Martínez León
El punto de no/saber
Es el silencio lo que hace que no estés en ningún sitio,
que
flotes en ese aire que absorbieron los dioses
cuando
aún vivían azarosos en todos los rincones
es
el silencio que te enreda con todas las músicas posibles
que
nadie puede oír,
que
sólo están en el fondo de tu olvido
cerrado
con tus claves
apenas
eres un colibrí que no aletea,
fijo
en un punto remoto del espacio
en
pleno s ab(v)er/no, (*)
allí
justo donde deben cruzarse los incógnitos pasos que te llaman
(*)
Saber/no
No
saber
Averno
Ver
No
ver
No
Miguel Porcel
sábado, 23 de abril de 2022
Una experiencia inolvidable con Pau y Júlia
miércoles, 20 de abril de 2022
Diálogo sobre los desafíos éticos en la era digital
Este próximo viernes 22 de Abril en Salón de Actos de Centro cívico universitario (18:00 horas, C/Volante de Hungría, 4) los especialistas Júlia Martin Badia, Doctora en Bioética y Éticas Aplicadas, y Pau Valls Murtra, Graduado en Filosofía y Profesor de Ética en la Universidad de Vic, abrirán la mesa con un diálogo sobre los desafíos éticos en la era digital. Cuestiones de enorme interés relacionadas con las posibilidades de la Inteligencia Artificial, la influencia de los nuevos métodos y tecnologías en nuestra educación, o las implicaciones éticas del transhumanismo seguro animan el debate entre los jóvenes asistentes.
ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO
viernes, 15 de abril de 2022
Placeres a la mano
Uno de los mayores placeres del hombre deseante
es tumbarse en cualquier prado y dejar que corran las imágenes, a veces
impresionadas, otras recreadas. Rousseau lo
refería como el puro sentimiento de existir «despojado de cualquier otro
afecto», alejado de «todas las impresiones sensuales y terrenas que sin cesar
vienen a distraernos y a turbar aquí abajo». Pueden pasar horas, incluso días
-para los más devotos-, que el tiempo deja de correr y las obligaciones de
dictar. Ahí, al abrigo de la intemperie, no se encuentra motivo para hacer
nada, salvo dedicarse a sí mismo, al puro y simple existir, despojado de esa
funesta manía con la que el hombre contemporáneo se relaciona con el mundo y
los otros, y que pasa por tener que habérselas con las cosas para analizarlas,
juzgarlas o consumirlas.
"Estamos, asegura Sloterdijk, ante el Big Bang de la moderna poética subjetivista de la libertad: el sujeto del quinto paseo no quiere yugos ni roces con la realidad de los hombres y las cosas, no busca ni conocimiento ni reconocimiento, ni el cumplimiento de ninguna obligación ni el de ninguna empresa o proyecto de la actividad no ensoñativa. Esa es su política y esa su empresa: dedicarse a sí mismo, a su puro existir, «soñar a mi antojo», «unir imágenes encantadoras» que «vivifican» una «ensoñación abstracta» como asiento de solidez, despreocuparse, bastarse como Dios. El hombre libre, pues, como «el hombre más inútil del mundo» (Sloterdijk) que además encuentra su inutilidad y despreocupación perfectamente bellas y justas.” (J. Á. González Sainz, La vida pequeña)
jueves, 7 de abril de 2022
Día inolvidable
Día inolvidable, con Martina, nueva subcampeona
de Aragón por la modalidad de Dilema, y con Valeria, Alan y Diego, compañeros
olímpicos inseparables que han llegado hasta el final. Gracias por tantos y tan
buenos momentos.
domingo, 3 de abril de 2022
Sueños
Una terraza de proporciones dantescas se extiende albergando a profesores con sus micrófonos, y a alumnos que juegan a escuchar y a no escuchar. Tras edificios acristalados, las clases se suceden según la disciplina que corresponde, organizándose los espacios en Historia natural, Lengua extranjera o Ciencias matemáticas.
Cuando el timbre ya ha sonado y es hora de recoger los enseres, algunos alumnos esperan a que el sol se ponga y se abran los cristales.
Sueño del 2 de abril
sábado, 2 de abril de 2022
A otra cosa...
¡Ya está! Completado y enviado a la editorial.
Me podrá caer un rayo que en Octubre saldrá. Hay pocas cosas en la vida que uno
no pueda hacer, si verdaderamente es lo que quiere hacer. En palabras de su
prologuista, Josep Maria Esquirol: un libro muy amable, en contenido y forma.
Ya está, hasta Octubre.
viernes, 1 de abril de 2022
Palabras silenciosas
Hay palabras que dan luz, y cierran caminos. Sirven de señal y orientan incluso al más despistado. De repente ya sabemos qué decidir, y cómo actuar. Pero otras pasan silenciosas, incluso cuando ya nadie escucha. Es esa pregunta que el último de la fila pronuncia casi a escondidas, quizá con voz temblorosa, o para sí mismo, pero con la convicción suficiente para saber que debía estar ahí. Sobre la mesa. Y ser desmenuzada, o analizada por los más sabios filósofos y matemáticos. También la carta de amor colgada en un tejado, que nunca se llegó a abrir por no saber muy bien a quién dirigirse. Quizá a ella, a esos gestos donde se adivinan los secretos del Universo, y de ti mismo.
O palabras,
también, pronunciadas sobre una mesa de intervinientes, que exhaustos y
cansados de tanta palabrería, prefieren no seguir escuchando y taparse los
ojos. Y omitirla, o eludirla, o no sacarla a colación, porque su
respuesta supondría abrir heridas que ya no vienen a cuento. De abrir heridas
van muchas de las palabras silenciadas. Palabras silenciosas, de una llamada
sin timbre que apenas el viento apaga, y entonces has de volver la mirada y
reanudar camino. Palabras solitarias, apagadas, pero lo suficientemente
poderosas como para acompañarle siempre a uno, e imaginar mundos de haber sido escuchadas.