Puede significarse la esencia del nihilismo como la falta absoluta de sentido, unidad y verdad. No es aventurado suponer que, en su forma más genérica, 'nihilismo' significa que el devenir no tiende a ninguna meta, no apunta a nada, no subyace, por tanto, ningún sentido en todo cuanto sucede y, consecuentemente, no hay ninguna verdad que descubrir tras los fenómenos. Así, quien dice ser un nihilista (en estos tiempos que corren no es raro toparse con quienes se catalogan de nihilistas) debe saber que está asumiendo una determinada concepción metafísica sobre la realidad, ya que la afirmación de que no hay ningún sentido que subyazca tras el devenir de los acaeceres presupone una determinada concepción sobre el mundo y la naturaleza. La concepción nihilista, que históricamente se ha sustentado sobre algunas críticas a los sistemas metafísicos clásicos, si ha de ser consecuente, debe estar por tanto apoyada en una epistemología lo suficientemente sólida y fundamentada para hacernos pensar que la esencia del devenir consiste, como ella afirma, en una falta absoluta de sentido, unidad y verdad. De otra forma, faltando dicha fundamentación, más o menos afortunada, en la concepción de aquellos por la que se definen como nihilistas, puede correrse el riesgo de acabar confundiendo lo que significa ser nihilista.