Hay quienes aseguran (pienso en María Zambrano, Poesía y verdad) que la filosofía es la búsqueda de lo eterno e inconmovible, de cierta verdad que resista el poder del tiempo y los avatares de la historia. ¿Pero es tal hazaña posible?, ¿puede haber algo más que se sume a lo percedero?...Os dejo la última aportación de nuestro querido colaborador Miguel Porcel:
De tu carne, el nombre
De tu carne, el nombre.
De tu hueso, el nombre.
La sombra, del cuerpo.
¿Cómo te llamas, sombra?
De tu cuerpo, mi sombra.
Yazgo en el frío.
Yo soy un charco.
De tu piel, las cenizas.
Han pasado los años para nada.
De la nada, la sangre
ya bebida, inservible sangre,
muertas las heridas felices.
Miguel Porcel
Febrero, 2011