El próximo martes, dentro del curso Filosofía y cine, en el Centro Buñuel de Calanda, hablaremos sobre Kubrick, Eyes Wide Shut, los límites del amor y de la conmoción. Hay tesoros que el tiempo
no puede hacer desaparecer. Nos acompañan muchas veces en silencio, esperando
el momento adecuado para desenterrarse y comenzar a destellar. Luz cegadora,
que solo los valientes saben acoger. ¿Cómo es posible que el tiempo no reste nada
a esta sustancia indivisa? ¿Cómo es posible que, después de tantos años, la
sigamos viendo reconocible, como la primera vez, cuando todavía apenas éramos?
¿Cómo es posible que se desate ahora como aquella vez, rebrotando y
recorriéndonos todo el cuerpo? ¿Será que la eternidad cabalga por debajo? ¿Habremos estado confundidos todos estos años? ¿Será que, en realidad, la vida es
una máscara y la noche una verdad?