Ayer nos encontramos por primera vez en el Café filosófico, y la verdad es que resultó muy gratificante compartir nuestra experiencia como lectores de esta magnífica obra La utilidad de lo inútil de Nuccio Ordine. La idea es crear un espacio de encuentro abierto a todo tipo de público para compartir ideas e inquietudes con ocasión de una lectura mensual que uno de los tertulianos proponga. Así fue como entre pinta y pinta (y algunos entre médico y médico) debatimos sobre cuestiones relacionadas con la democratización de la cultura, el lugar de la cultura en nuestra sociedad, la naturaleza de lo superfluo en su relación con la cultura y el juego, o la presunción (para algunos injustificada) de que la cultura humaniza y dignifica al ser humano.
Creo que el fondo del libro de Ordine se encuentra en el libro mismo, quiero decir, en el hecho de que haya tenido que ser necesario escribirlo y darlo a conocer, porque, señores, pregúntense: ¿no resulta claro y evidente que el conocimiento mismo, movido por esa extraña pasión que es la curiosidad, es un bien en sí mismo, capaz de entusiasmarnos y de ampliar nuestras horizontes,.... y que todo cuanto somos y hacemos se lo debemos al conocimiento?...Pues bien, lo mismo que en su día alguien tuvo que poner por escrito que "todos los seres humanos merecemos vivir", porque para muchos no resultaba tan claro, hoy en día, ante la amenaza incesante de la anticultura, alguien ha tenido que plasmar que "el conocimiento es la mayor de las (in)utilidades." Confiemos, eso sí, que siga habiendo un lugar para libros y encuentros como estos.
El libro propuesto para el próximo Café filosófico es La sociedad del cansancio, del filósofo coreano Byung-Chul Han, editado en Herder