La duda se insinúa por todas partes, con una gran excepción sin embargo: no existe música escéptica (Émile M. Cioran)
Sólo la música puede crear una complicidad indestructible entre dos seres. Una pasión es perecedera, se degrada como todo aquello que participa de la vida; mientras que la música pertenece a un orden superior a la vida y, por supuesto, a la muerte (Émile M. Cioran)
Sólo la música puede crear una complicidad indestructible entre dos seres. Una pasión es perecedera, se degrada como todo aquello que participa de la vida; mientras que la música pertenece a un orden superior a la vida y, por supuesto, a la muerte (Émile M. Cioran)
Al hombre genial no le interesa tanto completar las piezas del puzzle como inventarse el suyo propio.
Como ocurre con el amor, la lectura se funda en una especialísima compenetración ente el texto y el autor: uno no sabe bien por qué prefiere esta lectura a esa otra, sólo sabe que la prefiere.
Comprender una obra significa agotar sus posibilidades.