Paradoja 1: Según el principio de verificación empírica, un enunciado es científico si se comprueba que lo que dice se corresponde con aquello de lo que habla, pero para comprobar que un enunciado observacional - ' ahora el mercurio marca 11 grados de temperatura' - es cierto, debemos primero verificar otros enunciados que resultan ser inverificables - 'más allá de mis sensaciones subjetivas existen unos cuerpos reales, como el mercurio', 'mis sensaciones son indicadores fiables de lo que sucede en realidad, como que el termómetro marca 11 grados de temperatura'. - En efecto, toda verificación presupone admitir que mis sensaciones son fiables, de ahí que no puedan verificarse empíricamente enunciados como 'mis sensaciones son indicadores fiables de lo que sucede en realidad'.
Paradoja 2: El falsacionismo de Popper, por un lado, define la actividad científica como una ‘aproximación a la verdad’, considera la verdad objetiva como la guía del esfuerzo intelectual, pero, por otro lado, nos dice que no hay forma alguna de asegurar que se ha alcanzado la verdad. Entonces, ¿qué constancia hay de que exista la verdad, si no podemos asegurar que una teoría sea verdadera? Se habla del método crítico de búsqueda el errores, pero ¿en aras de qué verdad?