Una terraza de proporciones dantescas se extiende albergando a profesores con sus micrófonos, y a alumnos que juegan a escuchar y a no escuchar. Tras edificios acristalados, las clases se suceden según la disciplina que corresponde, organizándose los espacios en Historia natural, Lengua extranjera o Ciencias matemáticas.
Cuando el timbre ya ha sonado y es hora de recoger los enseres, algunos alumnos esperan a que el sol se ponga y se abran los cristales.
Sueño del 2 de abril
1 comentario:
Parece una cárcel de oro.
Quién sabe.
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