Me encuentro proyectando a mis alumnos Al final de la escapada, de Jean-Luc Godard. Sin embargo, al poco reparo que se trata de una clase de Matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, y veo en ellos miradas incriminatorias. Aterrado, pienso la posibilidad de obligarles a transmutar en algoritmos los monólogos de Godard, cuando descubro que soy incapaz de descifrar las más elementales operaciones.
Sueño de la noche del 30 de Noviembre
4 comentarios:
Me deja anonadado tu sueño, tu escrito. Perplejo ante un acertijo o enigma, ante una ecuación que hoy no se puede, o no sé, resolver aunque todas las pistas estén claramente expuestas. Como poema el sueño me parece perfecto, lo que abunda más en que esa verdad está ahí.
Los sueños son minas también para su creador.
Deliciosamente pleno de ambigüedades y huérfano de otros sueños en derredor.
Siga usted soñando así.
Conociéndome aparecerán otros...
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