Un baúl esconde una casa, y un balcón, lleno de recuerdos. Entre ellos un caballo, llamado Romero, que con su carro empieza a tirar de mí y de cuanto llevo encima. También de unos diarios, por las calles del pueblo. Todo hasta que caigo al suelo, y el caballo desaparece, los papeles se humedecen, y no hay calles que transitar.
Sueño de la Noche del 5 de Diciembre
4 comentarios:
Tu eres también el caballo, por eso al caerte desaparece (y viceversa), pero ya no cabes en el baul. No hay calles porque no son posibles dentro de unos recuerdos húmedos y frágiles, como los papeles mojados, ya no son posibles dentro del baúl.
Esto..., son cuarenta euros.
Y me los devolverías si interpretara tu interpretación. Abrazos
Parece que el baúl guarda precariamente la memoria y que el caballo tira de las riendas de tu vida...Un yo que se desvanece.
Otros cuarenta, jajajaja!!
Así es!!
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