HOMBRE QUE VUELVE TARDE A CASA
La luz roja del semáforo,
como un oeste eléctrico que lucha por sobrevivir a las nieblas impuras de la ciudad,
me guía a casa.
Atrás quedan las olas envolviendo a las sirenas,
y sus cantos que guardo,
tras el silencio amarillo de la cena,
me llevarán, dulces, al camino del sueño.
Miguel Porcel
23 DE OCTUBRE DE 2017
3 comentarios:
Sí, el recuerdo de lo familiar, siempre en la distancia, es lo que sosiega. En el olvido, al otro lado del sueño, queda lo inhóspito. Gracias por tan hermoso poema.
El recuerdo de lo familiar sosiega, y también la certeza de que llegarás a casa, de que el sueño te acogerá y abrirá un día nuevo.
A veces no es fácil encontrar el sosiego en hechos cotidianos.
Gracias por propiciar estas reflexiones con tu poema. R.
"tras el silencio amarillo de la cena,"
vendrá el color del sueño,
nunca el mismo, pero siempre igual.
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