sábado, 4 de enero de 2025

Violencia en el paraíso

En el nuevo e interesantísimo número de la Revista Ábaco, Batallas culturales, publico mi trabajo titulado Violencia en el paraíso. Una lectura del relato de Adán y Eva. Los mitos son historias que todos necesitamos alguna vez en la vida. Los humanos no podemos vivir sin mitos. Nos rodeamos de ellos; los inventamos mientras otros los sueñan; nos los contamos los unos a los otros con la esperanza de que algo nos enseñen; y nos hagan sentir, si cabe, más próximos de lo que ya estábamos. Este artículo es una breve historia sobre uno de los relatos más leídos y comentados que se han escrito nunca, sobre uno de los grandes mitos generadores de tradición,  palabras, y acciones. Nos referimos a la historia de Adán y Eva que encontramos en los primeros capítulos del Génesis, concretamente, a ese momento de transgresión por el que fueron expulsados ¿para siempre? del paraíso y llevados a tierra de nadie.

Para su lectura y adquisición dejo este enlace, con agradecimiento al equipo editorial de la Revista Ábaco.


miércoles, 1 de enero de 2025

Buenos propósitos

-¿Cuál es tu propósito del nuevo año? 
- Me preguntan.

Como si los años tuvieran que llenarse de propósitos o los propósitos tuvieran que iniciar los años. Bien pensado, mi propósito –si tuviera que hablar de alguno- es entrar en las cosas sin propósito alguno, con los ojos abiertos para escuchar lo que ellas tengan que decirme. Entrar en las cosas, y las personas, como hacen los niños cuando ven una casa abandonada o abren un libro misteriosamente escondido. Entrar en la vida sin mediación de ninguna meta, y sin objetivo que nuble mi atención. Entrar abierto a lo que salga al paso, sin miedo de que esto nos vaya a hacer daño o de que nosotros lo vayamos a infringir. Entrar como cuando sentimos por primera vez y las palabras llegan a nosotros para ser pronunciadas. Vivir inesperadamente, abriendo frutos por el placer de abrirlos para volver a dejarlos en su lugar. Vivir dejando hablar a los libros y a las personas realizando el último de los gestos. Vivir respetuosamente, sin invadir el espacio de nadie y callando cuando encontramos el espacio invadido. Vivir dejando que los ríos sean ríos y su belleza cosa de todos.