domingo, 10 de junio de 2012

Invitación para otros tantos años

INVITACIÓN PARA OTROS TANTOS AÑOS

Y habrá que ver las destartaladas terrazas
donde se guardan los triciclos viejos,
que el tiempo menguó y cubrió de extrañeza,
habrá que ver los almendros perdidos enmedio del invierno,
floreciendo a raudales,
mostrando al frío su sacrificio,
habrá que ver esos vientos invernales
que se cuelan hasta el junio de las avenidas
y el solitario sol de los bancos vacíos del agosto,
habrá que ver la noria de los octubres secos,
rodando una vez más alrededor de la luz enardecida,
y los abetos de diciembre
a los pies de los cuales pastan caballitos de cartón,
todo, y cada vez, habrá que verlo
y cada amanecer desconocido
y cada tarde de juicio final en la que el reo
siéntese excarcelado para siempre
y bebe,
habrá que verlo todo hasta el final
para lo cual mejor será que me prestes tus ojos.


14 de enero de 2000
Miguel Porcel

2 comentarios:

Joselu dijo...

Cuando leo un poema, advierto en seguida si se mantiene en pie, si respira, si el lenguaje fluye, si las imágenes tienen inspiración… y he de decir que mi lectura de este ha sido agradable en ese sostenido que llega hasta el colofón que constituye una sorpresa poética.

Saludos.

David Porcel Dieste dijo...

Gracias, Joselu. Se lo debemos a mi padre.