Una lluvia de grandes torbellinos se extiende a todo el cielo, mientras veo resquebrajarse bajo mis pies la última de las montañas. Un padre espiritual, montado sobre uno de los grandes tornados, me anima a que alcance el vórtice diciéndome las siguientes palabras: "Recuerda que allí donde está el peligro, crece también lo que salva. Fíjate en los primeros cristianos, que convirtieron el hambre, la enfermedad y la escualidez en la ocasión para ennoblecer la vida."
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