En movimiento. Así se vive. En movimiento hacia alguna especie de meta, aunque luego no resulte ser la que esperábamos o más queríamos. ¿Importaba mucho después de habernos movido? En movimiento hacia ninguna parte. Hacia la indefinición, diríamos. Hacia eso que nos vacía por dentro pero que, al mismo tiempo, nos abre a nuevos caminos. La cosa es estar siempre en movimiento. Así es como debió nacer la vida, y el pensamiento, y la consciencia. Así es como siguen quienes siguen viviendo:
"Hay una imagen bastante simple -y muy sugerente- que he oído a veces. Cuando un músculo muy entrenado no se ejercita durante un cierto período de tiempo, diversos ácidos, un tipo de toxicidad venenosa, se acumula realmente en las fibras. Todo empieza a doler, a descomponerse, a atormentar al cuerpo. Uno tiene que moverse, tiene que usarlo de nuevo". (George Steiner, Nostalgia del absoluto)
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