El aspecto preocupante no es que los nuevos juguetes tecnológicos vayan instalándose en nuestras vidas y profesiones, sino que lo hagan sin el permiso de nadie. Y es que hoy día parece que para ser un buen profesional, incluso una buena persona, hay que dominar toda una serie de técnicas y saberes mediadores, ¡como si lo técnico fuera, de suyo, algo!
"El título -Humano, más humano- expresa también la réplica a una de las evasiones ideológicas de nuestra época: la del transhumanismo, con sus golosas promesas de un más allá de lo humano. Obviamente, no me refiero a la cuestión de lo que seremos capaces de conseguir con las innovaciones biotecnológicas, sino al discurso ideológico que las acompaña y las adorna. ¡Qué paradoja más triste: aspirar a y confiar en llegar más allá de lo humano y quedarnos cortos en humanidad! Es decir, perdernos, y no advertir que el horizonte más importante no se encuentra más allá -más lejos-, sino más adentro." (Josep Maria Esquirol)
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