Como si
lo técnico fuera, de suyo, algo. (El ser de) lo técnico ya
encierra una visión del ser humano, toda una antropología. Por ejemplo, si
decimos que la técnica es un medio para conseguir algo, estamos incorporando
toda una antropología según la cual el ser humano es un ser proyectivo dotado de
voluntades que más o menos puede llegar a satisfacer. Por lo mismo, en cada una
de las acciones enseña el modo como se ve a sí mismo. Otro ejemplo. Si
entendemos la técnica como lo creado, o lo puesto, en
oposición a lo dado, lo hacemos ya desde concepciones, como la
judeocristiana, que nos definen como seres poiéticos o
creadores. Por ello, decir que la técnica es algo respecto de
lo que hay que asumir algún tipo de responsabilidad es no caer en la cuenta de
que, cualquiera sea el modo como la entendamos, ya nace incorporada a una
visión o imagen de nosotros mismos. Una visión de la que sí que somos
verdaderamente responsables. Es decir, respecto de la técnica tenemos que
comportarnos como se comportaría una tortuga respecto de su caparazón, a la que
en ningún caso, sabedora de que el caparazón forma parte de ella misma y que va
estar presente en cualquier comportamiento, se le ocurriría preguntarse cómo
comportarse respecto de él.
"Ahora
bien, nuestro estudio quedaría incompleto si no tocase también un tercer orden,
más frío, que es el que principalmente otorga su impronta peculiar a esta
inflexión de los tiempos en que nos encontramos. Nos referimos al orden técnico
en sí, a ese gran espejo en el que se refleja con máxima claridad la creciente
objetivación de nuestra vida y que se halla impermeabilizado de manera especial
contra el acoso del dolor. La técnica es nuestro uniforme."
(Ernst Jünger, Sobre el dolor)
4 comentarios:
Buena imagen la del caparazón de la tortuga. Mucho antes que la reflexión filisófica, todas las mitologías presentan mitologemas con dioses, o más bien héroes, civilizadores. EN buena parte de ellas este proceso civilizador supone el paso de unos humanos semizoomorfos, o muy desvalidos, a otros con el aspecto y las capacidades actuales. Esos héroes enseñan a domesticar el fuego o a cultivar la base de la alimentación o ...
La técnica como elemento civilizador, es decir, humanizador. EL caparazón imposible de eliminar.
Muy interesante lo que comentas respecto al modo como las mitologías enseñan el proceso de humanización. Y es que a veces tendemos a ver en la técnica algo distinto de lo que somos, cuando no somos sino a partir de ella, y ella no es sino a partir de nosotros.
Y es en la forma en que hacemos mundo con la técnica, una manera de estar y ser en él. Me resulta inquietante cómo hemos llegado a desgajar la técnica del ser humano, convirtiéndola a su vez en algo extraño a nosotros.
Exacto, en algo extraño, en lo que apenas sabemos reconocernos. Un abrazo
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