A
Ana Belén, en nuestro décimo aniversario:
Almas encontradas en un día cualquiera
sin dios, ni mares, ni nubes
Solo luz.
Lágrimas que salen del mismo río,
cuyos sedimentos reposan juntos
más allá de tiempos mortales.
Cuando mares y nubes yacen inmóviles
porque solo esperan y aguardan,
a que el reloj rompa las horas.
A tiempo de todo y de nada,
de darme mil vidas y todas
como primer agua que hiere la piedra.
1 de Mayo de 2019
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