"Se te echa de menos, profe", "A ti también", "Un abrazo grande", son algunos de los comentarios que ando recibiendo de algunos de mis alumnos estos días en que nos hemos visto, todos, cercenados. Cercenados por una situación insólita, que de pronto nos ha dejado sin materia que esculpir, o a alguno sin aire con que respirar, y ahí los vemos con bombonas y pastillas para dormir. Porque el gentío, y el bullicio, y la mala educación, se entremezclan en nuestros lugares de trabajo con la cercanía, la proximidad, miradas de búsqueda y comprensión que nos recuerdan, cada día, que somos. Pero ahora, apantallanados, entre cables y pruebas, como formando parte de un extraño plan experimental que solo dos o tres personas conocen, como el plan del diablo del Génesis disfrazado de serpiente, o el de nuevos gurús como los de Google y Amazon, nos vemos huérfanos de aquel hálito de fe.
¿Y qué será de ellos ahora que andan al otro lado? Alumnos tozudos que ya no encontrarán donde caber, y otros chisposos que no hallarán la cerilla para provocar la risa. Y los tímidos donde recostar sus secretos. O los más extrovertidos donde exhibir su alegría, siempre contagiosa. Incluso las sillas y las mesas ya solo yacerán, y no vibrarán, como hasta muy poquito hacían, con sus chirríos, repliques y vaivenes. Sí, también ellos dirán, o pensarán, aunque sea en el instante antes de evadirse: "Se te echa de menos, profe."
Cuarto día
6 comentarios:
Muy buena reflexión. Sí, imagino que también nos echarán de menos, es lo que tiene el ya tan manido "ni contigo ni sin tí". Esperemos que no se olviden de nuestras caras.
Tal cual
Hay realidades siempre relacionales y exigentes en su relación, que no puede producirse de cualquier modo. La amistad, el amor -en todas sus formas-, la enseñanza y varias más, necesitan los cinco sentidos y algún otro que solamente en la presencia puede ejercitarse.
Exactamente. Completamente de acuerdo. Con los cinco sentidos los defenderemos. Mil gracias por compartir.
¡De pronto nos hemos quedado mudos! Pero voy a poner una nota discordante, aunque lo virtual jamás podrá sustituir todo cuanto el calor humano aporta, la necesidad de comunicar es tan propia a los humanos y a la educación en sí, que si los días nos lo permiten nos abriremos camino y mostraremos el afecto de otras maneras.
Muy buena entrada. Muestras tanto cariño en ella, que no me extraña que te manden esos correos. Reciprocidad.
Un abrazo,
Robin
Muy cierto. Aparecerán nuevas formas de comunicación y transmisión de afectos. Muchas gracias
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