Llevamos
años soportando –los de humanidades- la idea de tener que justificar, legitimar
y reivindicar el conocimiento humanístico ante el aluvión de programas,
intereses y recursos destinados hacia saberes prácticos relacionados con lo
instrumental y tecnológico. Parece que –los de humanidades- tengamos que estar
siempre en guardia frente a una razón instrumental que, desde su base, amenaza con
invadir nuestro saber humanístico. Pero en esto nadie es propietario de nada.
Ni las humanidades nacen para contrarrestar el cientifismo imperante ni las
ciencias aplicadas desplazan a las humanidades. Ni las humanidades son
apropiadas ni las ciencias expropian. La cosa, en esto, no va de propietarios ni
expropiados. Más bien, son los artífices de estas ideologías instigadoras que van
inoculándose en educación los que pretenden apropiarse del saber –humanístico
y científico- para decidir qué es lo que conviene y no conviene conocer.
jueves, 14 de julio de 2022
Saberes expropiados
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2 comentarios:
¡Muy cierto!
La separación y contraposición ciencias-humanidades (o letras) además de errónea y absurda tiene efectos devastadores en la vida cotidiana de millones de alumnos.
Un desastre.
Así lo veo también.
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