"¿Habrán visto llover otras veces y ya
ni ven como llueve esta tarde?" Ahí está Heráclito y su río, ese que no
admite sea bañado dos veces. Cada lluvia, cada gota, cada lágrima, es distinta.
Ya lo dijo también Leibniz: mira el árbol y verás de cada hoja que es única.
Por eso la poesía, cuando es buena, recupera lo que nos escamotea el concepto,
la costumbre, el uso común. Gracias.
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